El pasado jueves se celebró en Praga la 46º asamblea de la asociación European Leagues, en la que están representadas las ligas europeas, y a la que acudió Javier Tebas, presidente de la Liga. En dicho encuentro se reafirmó especialmente el compromiso de todo el fútbol continental en seguir apostando por las competiciones abiertas que están basadas en el mérito deportivo, lo que supone un mensaje contundente con respecto a la Superliga Europea, proyecto que busca cambiar la estructura del balompié continental.

Petr Fousek, presidente de la Asociación de Fútbol de República Checa, en el encuentro en Praga / EFE

Petr Fousek, presidente de la Asociación de Fútbol de República Checa, en el encuentro en Praga / EFE

Tras efectuarse el mencionado encuentro, la asociación compartió un comunicado firmado por todas las competiciones europeas, entre las que se encuentra la Liga, y fue respaldado por los principales actores del fútbol europeo: UEFA, que aglutina a las federaciones: Fifpro, que representa a los futbolistas; FSE por parte de los aficionados; y ECA, organismo de los clubes del viejo continente.

Compromiso total

En el escrito, las ligas domésticas se comprometen a seguir promoviendo “competiciones abiertas con ascensos y descensos”, así como también “un sistema de clasificación para las competiciones europeas basado en el mérito deportivo a través de la clasificación anual procedente de las competiciones nacionales”, además de “un modelo de solidaridad justo y equilibrado que aspire a apoyar el desarrollo del deporte en sus niveles en sus niveles inferiores, que se basan en el entrenamiento, el desarrollo y la participación”.

Asimismo, remarcan la importancia de establecer políticas de buena gobernanza en el fútbol. Para ello resaltan que es necesaria “una estructura de buena gobernanza y diálogo que implique a las principales partes interesadas de la economía del fútbol para tener voz e impacto”, de acuerdo con el comunicado.

Bernd Reichart, en un acto de la Superliga con Florentino Pérez y Joan Laporta / EFE

Bernd Reichart, en un acto de la Superliga con Florentino Pérez y Joan Laporta / EFE

Igualmente, señalan que “los órganos de gobierno son los más adecuados para implicarse de forma significativa y ofrecer un equilibrio justo para los intereses de las partes legitimas en los procesos de toma de decisiones europeos, en lugar de organizaciones con fines puramente lucrativos”, una posible referencia a proyectos como el de la Superliga, auspiciado por el Real Madrid, FC Barcelona y Juventus FC, y que pretende cambiar la estructura de todo el fútbol europeo y que es rechazado plenamente por la gran mayoría de las competiciones nacionales.

Lucha contra la Superliga

Las ligas europeas aprovecharon también para recordar que lo que este organismo defiende cuenta con el apoyo “de forma unánime de la Comisión Europea, el Parlamento Europeo, el Consejo de la UE y la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, así como de los gobiernos nacionales, instituciones públicas y las partes interesadas de todo el continente” y que “el fútbol es más que un negocio y un bien de consumo”, ya que “genera una economía que es socialmente responsable para la ciudadanía de toda Europa”.

Por esa misma razón, recalcan que no se puede “permitir que el fútbol se debilite o se vea amenazado por tentaciones económicas a corto plazo ni por materializaciones de poder mundial”, porque “cualquier intento de mostrar un objetivo similar por parte de entidades privadas es ilusorio”. Un aspecto que también se vincula a la Superliga, que busca potenciar los ingresos de los equipos que decidan participar en la competición.