No es nada fácil llegar a formar parte de la junta directiva del FC Barcelona. Menos aún en la delicada situación actual que atraviesa el club, y con un presidente tan controlador e intervencionista como lo es Joan Laporta. A sus 48 años, Miquel Camps Font puede contentarse por el hecho de ser uno de los hombres fuertes de la junta laportista, en su retorno al trono de la entidad hace ya dos años.
El empresario catalán, originario de Sant Vicenç dels Horts, ocupa el puesto de vocal y de portavoz adjunto, dado que la portavoz principal es Elena Fort. Miquel Camps Font, de hecho, forma parte del grupo de directivos más cercanos al presidente, como Rafael Yuste o el asesor Enric Masip.
Formación y negocios fuera del Barça
Formado en la escuela de negocios de ESADE, la carrera laboral de Camps destaca por ser el gerente de Miquel Camps SL, una empresa familiar con más de 50 trabajadores. La compañía se dedica a proyectos arquitectónicos con instalaciones de electricidad, fontanería, climatización, ventilación, redes informáticas y mantenimiento. En 2019, por ejemplo, terminaron con un beneficio de 379.632 euros.
Según informa el propio FC Barcelona a través de su página web, el directivo culé también fue fundador y administrador en Tadexa SL, presidente de PIMEC jóvenes empresarios, presidente de PIMEC metal y actualmente es miembro del Comité Ejecutivo de PIMEC, además de adjunto a la presidencia en PIMEC. Todo ello, sin olvidar que se trata del socio número 33.976 del Barça.
La polémica de la invasión alemana
Como socio que es, hace justo un año protagonizó una polémica al ganarse la animadversión de otros aficionados del FC Barcelona. Todo ocurrió a raíz de lo sucedido en el fatídico Barça-Eintracht, correspondiente a la vuelta de los cuartos de final de la Europa League. Después de la invasión de decenas de miles de hinchas alemanes en el Camp Nou, Miquel Camps acusó directa y abiertamente a los socios culés de haber vendido masivamente sus carnets de abonados a los seguidores germanos que ocuparon las gradas del Estadi.
"Vi con mis propios ojos colas y colas de socios vendiendo sus abonos a colas y colas de alemanes", llegó a afirmar. "Por supuesto que está claro que no fue el único y principal motivo”, matizó después, aunque la controversia ya estaba servida. Sobre este caso particular, añadió que algunos socios "fueron a comprar la entrada cuando solamente era para ellos, y después la revendieron” por más dinero. "Por supuesto, pido sinceras disculpas a nuestros socios que vinieron a su estadio y tuvieron que vivir una situación inmerecida y angustiosa”, concluyó, desvelando los entresijos que se vivieron en el Camp Nou.
Vinculación con el independentismo
Polémicas aparte, cabe recalcar que la relación de Miquel Camps con la junta de Laporta viene de lejos. Ya en el año 2009, estuvo vinculado con la directiva, aunque sin cargo alguno. En 2015 formó parte de la candidatura del abogado catalán, que fue superada por Josep Maria Bartomeu en las urnas. Camps se caracteriza por ser un fiel seguidor de la filosofía de Cruyff, y por su vínculo con el área deportiva. No solamente en el fútbol, sino en todas las secciones. Suele ser un habitual en los desplazamientos del equipo, ya sea representando al FC Barcelona con su inseparable boina o acompañando a Laporta.
Como representante de PIMEC, ha asistido a varios actos de la política catalana y nunca ha ocultado --como el propio Laporta-- su simpatía hacia el sector independentista de Catalunya. En los últimos meses compartió actos con los políticos y activistas indultados Oriol Junqueras, Raúl Romeva y Jordi Cuixart. Tiene experiencia en la relación con las instituciones, una vía que ya ha explotado con John Hoffman y los organizadores del Mobile World Congress.
La música y Dire Straits, su pasión
Como curiosidad, cabe destacar que la mayor afición de Miquel Camps es la música. El vocal del Barça es un apasionado del grupo Dire Straits, a quienes ha seguido en conciertos y tours mundiales e incluso ha charlado personalmente con los hermanos Knopfler. Es un habitual en muchos actos culturales de la ciudad de Barcelona, y suele vestir con gorra o boina y camisetas de grupos musicales. Sin duda, un estilo moderno y rompedor para un directivo polivalente y de plena confianza en la junta de Joan Laporta.