La situación que atraviesa el FC Barcelona con el denominado Barçagate de Negreira empieza a ser insostenible. El club catalán es culpable de comprar árbitros a ojos de la prensa de toda Europa, aunque ni del sumario del caso, al que ha tenido acceso Culemanía, ni de la incipiente instrucción penal que se investiga en Barcelona se derivan, hasta la fecha, pruebas fehacientes de que los pagos emitidos en su día a José María Enríquez Negreira tuviesen la voluntad de influir en los resultados. La Liga, primero, y el Real Madrid, después, han cargado sus fusiles contra el Barça. La última en sumarse a la escabechina es la UEFA de Alexander Ceferin, que parece tener prisa por castigar al Barça sin jugar en la próxima edición de la Champions.
Pendientes de los inspectores suizos
Hace unos días, UEFA informó de la apertura de una investigación para determinar la gravedad de los supuestos hechos que vinculan al Barça con Negreira. Los inspectores suizos Jean-Samuel Leuba y Mirjam Koller trabajan en un informe que debe determinar los pasos a seguir por el organismo europeo. Según ha podido saber Culemanía, hay tres posibles escenarios sobre la mesa: 1) Que no hay nada. 2) Que se debe decretar la exclusión inmediata del Barça de la próxima Champions League. 3) Que se debe abrir un expediente disciplinario para seguir investigando el caso en profundidad sin adelantarse a los acontecimientos.
Las fuentes especializadas consultadas por este medio aseguran que "a estas alturas casi podríamos descartar la primera opción porque nadie se puede creer que no haya nada, pero lo más normal sería que se opte por la tercera vía, abrir un expediente disciplinario y alargar la investigación antes de imponer ninguna sanción". ¿Esto quiere decir que el Barça jugará la Champions del año que viene? No. De hecho, muchas informaciones apuntan este martes a la celeridad que parece tener UEFA por pasar factura al Barça. Sin embargo, teniendo en cuenta que la instrucción penal acaba de comenzar, el proceder más habitual consistiría en abrir ese expediente disciplinario y valorar las sanciones a tomar, si es que las hay, cuando los elementos probatorios sean más fiables.
Tres artículos que juegan contra el Barça
A la hora de la verdad, lo cierto es que la UEFA puede proceder como mejor considere porque así lo prevén sus reglamentos. Culemanía ya avanzó hace semanas que el organismo europeo tenía potestad para sancionar al Barça de forma subjetiva y arbitraria, siempre que considere que se está produciendo un daño reputacional a la institución. Su principal argumento es el artículo 4.02 del Reglamento: "Si la UEFA concluye a su entera satisfacción que un club ha estado involucrado directa y/o indirectamente (...) en cualquier actividad destinada a organizar o influir en el resultado de un partido a nivel nacional o internacional, la UEFA declarará a dicho club inelegible para participar en la competición".
Sin embargo, también el artículo 4.03 es peligroso para los intereses del Barça y se centra en ese supuesto más probable de abrir un expediente disciplinario, aunque ello podría retrasar la exclusión de Europa: "Además de la medida administrativa de declarar a un club inelegible según lo dispuesto en el Párrafo 4.02 , los Órganos de Administración de Justicia de la UEFA pueden, si las circunstancias lo justifican, también tomar medidas disciplinarias de acuerdo con el Reglamento Disciplinario de la UEFA". Entre esas medidas disciplinarias se contemplan elevadas sanciones económicas pero también sanciones más gravosas como pudiesen ser más años de exclusión.
En este punto es también importante el artículo 50.3 de los Estatutos de la UEFA, desarrollado en los dos anteriores y que prevé la posibilidad de la inadmisión inicial sin perjuicio de que posteriormente se puedan tomar otras medidas disciplinarias: "La admisión de una competición UEFA para las federaciones miembro o clubes que directa o indirectamente fueron involucrados en cualquier actividad dirigida a arreglar o influir en el resultado de un partido a nivel nacional o internacional puede ser rechazada con efecto inmediato, sin perjuicio de cualquier medida disciplinaria posible".
Tiempos inciertos
Fuentes jurídicas consultadas por este medio hacen el siguiente diagnóstico: "Lo único que parece estar probado es la existencia del soborno, entonces no bastaría con la no admisión a la competición, sino que también se procedería a la apertura del expediente disciplinario. Esto tendría unas consecuencias más lentas, pero la clave de todo pasa por ver las conclusiones a las que llegan los inspectores suizos".
En cuanto a la no admisión del Barça en la competición, si la UEFA toma esa decisión, sería un procedimiento rápido: "Sobre todo si se saltan la comisión de ética y disciplina --que es la primera en sancionar-- y pasan el caso directamente al Comité de Apelación". Deser así, los tiempos se acortarían, el caso llegaría al TAS pero habría tiempo suficiente para evitar una medida cautelar que permitiese al Barça participar en la próxima edición. Según algunas informaciones, el caso podría resolverse en 45 días, a finales de mayo.