El Barçagate de Negreira se aclara día tras día. El sumario judicial del caso ha desvelado que José María Enríquez Negreira, vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros durante 25 años, cobró 7,3 millones de euros del club azulgrana entre 2001 y 2018 por garantizar unos arbitrajes neutrales. En el sumario también consta que una tercera parte del dinero lo cobró en cheques al portador que retiraban cada tres días sus colaboradores.
Enríquez Negreira retiró 550.000 euros en efectivo entre 2016 y 2019 y se gastó 130.000 de su tarjeta de crédito. “Normalmente los cobraban Concepción o José Martínez, y me daban el dinero en efectivo a mí. José era un amigo personal que me hacía el recado para no ir yo. El dinero me lo quedaba yo”, explicó Negreira a Hacienda.
Los obsequios de Negreira
El sumario ha desvelado que el exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros no pagaba a los colegiados. Eso sí, los obsequiaba con objetos de poco valor como sandwicheras y palas de playa. El dinero que no era solo para él y pudo acabar en el bolsillo de terceras personas.
Según el fisco, el número dos de los árbitros llevaba “un alto tren de vida” con “comidas, viajes y hoteles” que no se corresponde con el poco patrimonio que acumula en la actualidad. Por dicho motivo crece la sospecha de que el dinero iba a parar a terceras personas que aún no han sido identificadas.
El papel de Contreras
Una de las personas clave de esta trama era Josep Contreras, exdirectivo del Barça, que hacía de intermediario entre el club y el hijo de Enríquez Negreira.
Vicepresidente de la Federación Catalana e íntimo amigo del expresidente de la Federación Ángel María Villar, Contreras contrató a Javier Enríquez en 2016 para que se encargase de elaborar vídeos de los árbitros que recibía el Barça, club que ahora prepara su defensa de un caso que ha abierto una crisis reputacional de grandes dimensiones.