Desde que explotó el Barçagate de Enríquez Negreira, hace ya más de un mes, no hay día en el que no aparezcan nuevas informaciones sobre el caso. En las últimas horas, El Mundo ha desvelado que Negreira usó parte del dinero que estuvo recibiendo del Barça para obsequiar a los árbitros con diversos regalos de lujo. El periódico revela, de esta manera, la interminable lista de regalos que la empresa Dasnil, propiedad del antiguo vicepresidente del Comité de Árbitros, rechazó como gastos deducibles.
El variado surtido de regalos de Negreira
De todas aquellas operaciones consideradas como no deducibles para el fisco español, la mayoría eran regalos para los árbitros de Primera División. La documentación de Hacienda desvela que Negreira adquirió productos propios para el ejercicio del arbitraje, como 1.500 tarjetas rojas y amarillas personalizadas con sus relativos porta-tarjetas, o cientos de monedas para sortear el campo también con la identificación de los árbitros.
Sin embargo, también aparecen en la lista artículos como jamones por importe de unos 10.000 euros, entradas para partidos de fútbol, palas de playa, sombrillas y bolsas enfriador. Otros de los objetos con los que el exvicepresidente del CTA agasajaba a los árbitros, según establece el citado medio generalista, eran "sacacorchos, tostadoras, sandwiches, mantas, pantalones o bolígrafos punteros láser".
Las facturas revelan además que Negreira aprovechó para invitar a los árbitros a comer en conocidas marisquerías de Madrid y Barcelona, en las que pagaba facturas de más de 2.000 euros por comida. "Dulces, vinos, licores y queso", puede leerse, junto a la compra de lotería en importantes cantidades y la salida de fondos para "invitaciones varias" sin especificar, como posibles shows y espectáculos.
Invitaciones especiales para los árbitros
Esos son algunos de los apuntes que aparecen en las facturas, aunque hay más. Negreira relató a Hacienda que fueron atenciones para compromisos suyos y que, en varias ocasiones, los destinatarios de las entradas para los partidos le reintegraron el dinero mediante transferencias bancarias.
En otros casos, especialmente coincidiendo con finales de Copa del Rey, el ex número dos de los árbitros dejó constar que eran "invitaciones" para los encuentros. Sea como sea, la realidad es que la lista de facturas no admitidas por Hacienda es interminable. Y las explicaciones de Negreira al respecto, por ahora, no acaban de convencer.