Pasan los días y el río sigue cada vez más revuelto en el fútbol español. Ahora le ha llegado el turno a Victoriano Sánchez Arminio. La Audiencia Nacional ha ordenado al juez que investiga a la anterior cúpula de la Federación (RFEF) que cite a declarar, en calidad de imputados, a los anteriores dirigentes del Comité Técnico de Árbitros (CTA), entre ellos el expresidente en cuestión.
Presunto desvío de 7,9 millones
El motivo es el presunto desvío de fondos de 7,9 millones de euros, que se está investigando en el marcado del caso Soule. El tribunal ha estimado el recurso interpuesto por la Liga, presidida por Javier Tebas, y ha instado al juez Alejandro Abascal a tomar declaración asimismo al ex secretario general de la CTA, Raúl Massó, y al propio expresidente de la RFEF, Ángel María Villar, que ya estaba siendo investigado en el mismo procedimiento.
De manera paralela, el juez Alejandro Abascal ordenó este lunes un conjunto de diligencias para esclarecer los pagos de la RFEF entre 2011 y 2016 a Javier Enríquez Romero, hijo de José María Enríquez Negreira. Una investigación con el objetivo de poner luz al pago de 4.400 euros al hijo del exvicepresidente de los árbitros por labores de coaching a los colegiados.
Ángel María Villar y el caso Soule
El juez Alejandro Abascal se encuentra investigando a la antigua directiva de la RFEF, presidida por Ángel María Villar en el llamado caso Soule, en un caso distinto al conocido como Barçagate de Negreira. Las indagaciones han provocado ya múltiples imputaciones por presunta corrupción en la Federación Española de Fútbol, durante la etapa anterior a la llegada de Luis Rubiales a la presidencia de la RFEF.
La Liga participa en el proceso como acusación particular, con la voluntad de esclarecer los motivos y argumentos que llevaron a que, desde 2009 a 2017, se dedicasen parte de los fondos aportados por La Liga a la RFEF a fines distintos de los previstos en los convenios.
Una nueva réplica del terremoto general que sacude al fútbol español desde hace semanas, con varias investigaciones abiertas por diversos casos de presunta corrupción o desvíos de fondos. A medida que pase el tiempo se irán cerrando carpetas, pero de momento no cesan las informaciones turbias... y las redacciones no dejan de echar humo.