Cruce de declaraciones entre Javier Tebas y Joan Laporta. El dirigente del FC Barcelona fue bastante contundente en el coloquio celebrado en el Círculo Ecuestre sobre el interés de la Liga “en controlar al Barça”, además de expresarse nuevamente de la “obsesión” de su homónimo de la patronal. Como era de esperarse, la respuesta del otro lado no tardó en llegar, incluyendo una confirmación acerca de la presencia del organismo en el Barçagate de Negreira.
Tebas explicó durante un acto celebrado de la patronal que "desde que salió el asunto ya dijimos que nos íbamos a presentar como acusación particular. Llegamos más lejos, si la Fiscalía no acusaba, lo íbamos a hacer nosotros. Por lo tanto, se está cumpliendo lo que podía pasar desde el primer minuto. La Federación también ha manifestado que iba a estar. Espero y opino que debería estar”.
Del mismo modo, el mandatario de la Liga añadió que “es muy triste todo. Eso es lo que hay que investigar. Tenemos que pensar que hay un equipo, pero también un vicepresidente que pertenecía al CTA. Hay que investigar las influencias, si existían, si son directas o indirectas.... Es evidente que ha habido una cuestión muy irregular, susceptible de investigar desde el ámbito de la corrupción deportiva, porque ya lo dije, sólo la intención de intentar comprar un partido o cambiar un resultado o actuar pensando que podías cambiar la opinión de los árbitros o influir en la designación de los mismos es delito. Se tiene que investigar”.
“El victimismo” del Barça
El dirigente del organismo deportivo también se refirió a las palabras de Laporta, que involucra a la Liga como una de las responsables de la situación actual. “El FC Barcelona sacó una nota cuando salió todo diciendo que lo hacían todos. Ahora ya estamos en que Tebas es el autor, el victimismo. Ahí vemos lo que hay. La excusa inicial ya ha visto que no le ha servido, el monstruo se va haciendo más grande, más grande, más grande, sigue sin dar explicaciones y ahora la culpa es de Tebas", expresó.
La cuerda se sigue tensando entre el Barça y la Liga. Las dos partes parecen que no tienen un punto de conciliación, por lo que el distanciamiento es cada vez más grande. Una situación que no favorece a nadie, en especial al fútbol español con respecto al panorama internacional.