Manchester es una de aquellas ciudades del mundo que rebosan fútbol por los cuatro costados. Los dos grandes clubes de este municipio inglés, Manchester City y Manchester United, conviven en la Premier League desde su creación en la temporada 1992-93. La rivalidad presente entre ambos conjuntos, sin embargo, viene de mucho más atrás.
Antes de la Segunda Guerra Mundial, la relación entre ambos equipos era buena. A raíz del conflicto internacional, no obstante, se desarrolló una mayor competitividad. La constante lucha entre los dos por quedarse con la Copa de Manchester significó el nacimiento del clásico, uno de los más seguidos en todo el planeta. Una pugna que, a día de hoy, podría vivir una nueva evolución si ambos clubes pasan a ser dominados por el dinero de los jeques árabes.
La transformación del Manchester City
Antes de que diese comienzo la campaña 2008-09, el jeque Mansour bin Zayed Al Nahyan pagó 250 millones de euros para hacerse con la propiedad del Manchester City. Ese mismo verano, no escatimó en gastos de cara a tratar de crear una revolución inmediata, por lo que invirtió 157 kilos en sus primeros jugadores, entre los que destacaban Robinho o Vicent Kompany.
A partir de esa campaña, los citizens empezaron a protagonizar cada uno de los mercados de fichajes. Los gastos en contrataciones fueron los que, en parte, cambiaron de forma notable el valor de los futbolistas en el panorama internacional. Esa estrategia les permitió establecerse rápidamente entre los mejores equipos de la Premier League, consiguiendo su primer título --en la era de los jeques-- allá por el curso 2011-12.
Realizando el cómputo total de los gastos que han tenido a lo largo de todos estos años hasta ahora, en 2023, los propietarios de los Emiratos Árabes han pagado hasta 2.300 millones. Una cifra escandalosa que posiciona al Manchester City en el foco de las críticas, y que entre otras cosas ha propiciado serias acusaciones por parte de la Premier League por el presunto incumplimiento de las normativas financieras. En estos momentos, una comisión independiente está revisando al detalle esas supuestas infracciones, entre las cuáles destacan ingresos de patrocinio inflados y pagos secretos a jugadores y entrenadores.
Qatar quiere comprar el Manchester United
La pregunta que reina ahora es si, en los próximos años, se dará un caso similar con el Manchester United. La familia Glazer colocó la propiedad del legendario club en venta meses atrás, y en las últimas semanas ha aparecido Qatar Sports Investment, el grupo qatarí que anda detrás del proyecto del Paris Saint-Germain, como favorito para hacerse con el gigante red devil.
El consorcio vinculado al gobierno qatarí está interesado en desembolsar miles de millones de dólares para comprar a la familia estadounidense uno de los equipos más emblemáticos de Inglaterra. Esa es la nueva obsesión de Sheikh Jassim Bin Hamad J.J. Al Thani, un capricho que podría costarle nada menos que 6.000 millones. O lo que es lo mismo: la compra más grande en la historia del mundo deportivo.
Del derbi inglés a un posible derbi árabe
Manchester, en este sentido, corre el riesgo de convertirse en la ciudad de los clubes-Estado. Del fútbol de la calle, de la rivalidad futbolística más local y pura, podría pasarse a un grado de competitividad muy distinto. El del lujo y la opulencia de propietarios extranjeros. Y quizá también, el de nuevas acusaciones por futuras infracciones del Fair Play Financiero. Un derbi inglés cada vez más árabe.