El Manchester City ya ha dejado claro que se defenderá hasta el final. Que en el Etihad Stadium no andan nerviosos. Y que, si hace falta, gastarán ingentes cantidades de dinero en abogados que refrenden sus intereses. Las duras acusaciones lanzadas por la Premier League en las últimas semanas, no obstante, han puesto el foco en el equipo que entrena Pep Guardiola, y cuyo propietario es Mansour bin Zayed Al Nahayan. Existe una particularidad, además, que pone en alerta a los dirigentes del club celeste: los delitos no prescriben en la Premier League.
La entidad skyblue, por tanto, no puede ampararse en la seguridad de haberse librado, años atrás, de un castigo tras la denuncia de la UEFA y la resolución del TAS. Por aquel entonces, el Tribunal de Arbitraje Deportivo rebajó la sanción al City porque consideró que no había suficientes pruebas, —que habían caducado previamente—, pero sí indicios. Ahora, la Premier League puede recuperar todas las pruebas anteriores, al no trabajar con fechas de caducidad. Nada prescribe en Inglaterra, donde el Manchester City tiene colgado el agravante extra de no haber cooperado en ningún momento con las investigaciones del control financiero.
¿De qué se acusa al Manchester City?
"De acuerdo con la Regla de la Premier League W.82.1, la Premier League confirma que ha remitido una serie de supuestas infracciones de las Reglas de la Premier League por parte del Manchester City Football Club a una Comisión en virtud de la Regla de la Premier League W.3.4", señaló el comunicado de la Premier League hace unas semanas.
Según aquella nota oficial, las supuestas infracciones se cometieron en nueve temporadas diferentes desde septiembre de 2009 hasta 2018, fechando este año como el inicio de las investigaciones cuando el diario Der Spiegel publicó distintos documentos de Football Leaks. La Premier señala que el Manchester City no ha aportado la suficiente documentación para aclarar cuestiones como el salario del entrenador Roberto Mancini durante cuatro años, los ingresos que percibe anualmente el club, patrocinios y tampoco sobre el cumplimiento de la regulación del Fair Play Financiero de la UEFA.
Tampoco ha colaborado con las autoridades para esclarecer los hechos, por lo que el Manchester City puede exponerse a duras sanciones a la espera de lo que determinen los tribunales. A partir de ahora, una comisión independiente se hará cargo de la investigación y solicitará pruebas. No obstante, diarios británicos como The Times o Daily Mail comienzan a hablar de deducción de puntos. Otros, como The Sun, van más allá y sacan a la luz posibles limitaciones en los mercados de fichajes. También se le podrían arrebatar los títulos conseguidos en este periodo (tres Premier League, una FA Cup y tres Carabao Cup).
La política de la Premier tampoco ayudó
De puertas hacia afuera, pese a todo, en el Manchester City reina la tranquilidad. Los dirigentes citizens respondieron que estaban "sorprendidos por la publicación de estas supuestas infracciones de las Reglas de la Premier League, particularmente dado el amplio compromiso y la gran cantidad de materiales detallados que se le han proporcionado a la EPL".
Mientras tanto, sobrevuela la pregunta de si el Manchester City habría infringido la ley en España, con el control económico de la Liga. Y si los posibles delitos financieros del club, en parte, son también culpa de la propia Premier League por no haber ejercido un control más estricto de las cuentas y finanzas de cada equipo, orientado a la prevención. "Su sistema es más flexible, y deja que los clubes planeen más a largo plazo. El problema del sistema de la Premier es que, siendo más flexible, luego entra en tener que medir los acuerdos financieros", esgrimió a la Cadena SER Borja García, experto en derecho deportivo. Mejor prevenir que curar, suele decirse. Pues a lo hecho, pecho.