El mes de febrero ha comenzado con uno de los mayores escándalos financieros de la Premier League. La dirigencia de la competición inglesa sorprendió a todos con la dura acusación al Manchester City por supuestas infracciones financieras. Ese caso todavía no está del todo definido, debido a que una comisión independiente se encarga de ver cada uno de esos incumplimientos de la normativa, en donde uno de los principales señalados es Ferran Soriano.
El que fuera director general del FC Barcelona en la primera etapa presidencial de Joan Laporta, ahora afronta un panorama realmente complicado, teniendo en cuenta su función dentro de la entidad citizen. Desde hace una década que cumple el rol de CEO, en donde ha tratado de impulsar el proyecto al ámbito global. Varias de sus decisiones están vinculadas a la investigación que está trabajando la mencionada comisión.
El trabajo de Soriano en el City
Desde que Ferran Soriano entró en el Manchester City en 2012, su objetivo fue crear un club con un enorme impacto global. Para lograr ese cometido se creó la marca City Football Group, con el objetivo de expandirse en países como Estados, España, Francia, China y Australia; donde tienen equipos que conforman parte de esa cartera, siendo los ejemplos más claros el New York City o Girona. En ese momento, el director ejecutivo valoró la necesidad de crear un fondo de inversión de compra, venta y préstamo de futbolistas que no afectara a los resultados de la entidad.
De acuerdo a la información filtrada en los documentos de Football Leaks --los cuales destaparon las irregularidades de los sky blues-- el empresario catalán recurrió a Marc Ingla, exvicepresidente de marketing del Barça y por aquel entonces integrante de la empresa Mangrove Player Investment, que lideraba el luxemburgués Gerard López, con el objetivo de adquirir derechos sobre jóvenes promesas de Sudamérica.
Este fondo era financiado por el emirato de Abu Dabi, con el beneplácito del City. En 2008 la Premier League prohibió esas prácticas amenazando con la pérdida de puntos y posibles descensos mientras que cuatro años más tarde, en 2012, lo hizo la UEFA. Esa decisión de parte de la dirigencia, especialmente con el liderazgo de Ferran Soriano, es uno de los motivos por lo que podrían sancionar a la mencionada entidad.
La inflación de los ingresos
Otra de las irregularidades que también se están mencionando en las acusaciones hacia el Manchester City es la inflación de sus ingresos por concepto de patrocinio. Hace pocas semanas, un informe de Football Benchmark detallaba que el club inglés se posicionó como uno de los mejores en Europa por los beneficios del año anterior, en donde registraron hasta 731 millones de euros. Una cifra que ahora trae sospechas ante la investigación en curso.
En este sentido, Soriano no escapa a este escándalo. Al ser el director ejecutivo de la entidad tiene una implicación bastante importante en el apartado de la planificación y cumplimiento de las estrategias de negocio, lo que también se relaciona con la obligación de la generación de ingresos. De acuerdo al comunicado de la Premier League, el City habría inflado los beneficios comerciales a partir de una inyección de capital de los propietarios de Abu Dabi.
El caso más controversial en cuanto a patrocinio se refiere es el de la aerolínea Etihad, que pertenece al jeque propietario del Manchester City. En la 2015-16 llegaron a registrar unos ingresos de 67,5 millones de libras como parte de ese acuerdo, pero a los pocos años se reveló que solamente ocho millones eran procedentes de la citada empresa. En la actualidad también hay otro sponsors procedente de Abu Dabi, el cual se trata de la cadena hotelera Emirates Palace.
El caos en el Manchester City
Por ahora el Manchester City se mantiene a la expectativa de la investigación de la comisión independiente. De demostrarse la culpabilidad en esas infracciones no solo será una enorme mancha en el historial de Ferran Soriano como director ejecutivo, sino también el escenario del fin del millonario proyecto citizen. Teniendo en cuenta que entre las posibles sanciones que se barajan está la exclusión de la Premier League, el descenso a segunda división --como mínimo-- o la pérdida de los títulos obtenidos. Sin dudas, uno de los escándalos financieros más importantes de la historia del fútbol inglés.