La guerra latente entre la Premier League y la Liga se recrudece. El gasto acumulado en los mercados de fichajes de esta temporada 2022-23 deja patente una realidad cada vez más preocupante para el balompié español; una amenaza que podría acabar con la estabilidad del fútbol europeo. La falta de control económico en la liga inglesa ha provocado que los clubes de Inglaterra, inflacionados por los jeques y los petrodólares, no tengan reparo en gastar auténticas millonadas aunque no vengan sustentadas por ingresos ordinarios.
El Chelsea, por ejemplo, ha gastado alrededor de 450 millones de euros entre el pasado verano y el presente invierno, y no se encuentra en el Top-5 de los clubes con más ingresos del año 2022. Eso ha provocado la protesta ya no sólo de los equipos de su país, sino también de los extranjeros. Y es que, según recuerdan fuentes de la Liga a Culemanía, la ausencia de control económico y de unas normas marcadas de Fair Play Financiero hace que los clubes de la Premier League dispongan de más potencial económico en las ventanas de transferencias. Una ventaja injusta para muchos.
Distintas reglas del juego
No es lo mismo combatir con una pistola que con un tanque de guerra. Y la situación actual de la Liga con respecto a los equipos ingleses rememora aquella famosa escena de Salvar al soldado Ryan, cuando Tom Hanks dispara por pura desesperación a un acorazado enemigo. No se trata de una lucha equilibrada, porque las dos ligas pelean con reglas del juego totalmente distintas.
A la federación inglesa no parece preocuparle que los clubes de sus competiciones incurran en déficit económico, o que se conviertan en sociedades anónimas al alcance de cualquier jeque u oligarca. Desde la Liga sí existe esa voluntad de protección --o quizá sobreprotección--, a fin de que los clubes que la componen dispongan de una viabilidad económica a medio y largo plazo.
La inflación del fútbol inglés
En los dos últimos mercados de fichajes, el fútbol inglés gastó la friolera cifra de 2.199 millones de dólares --2.018 millones de euros-- en nuevas contrataciones, casi cuatro veces más que el dinero que los equipos ingresaron por esta vía: 600,5 millones de dólares --551 millones de euros--. En España, en cambio, el equilibrio fue mucho mayor, con 592,3 millones de dólares invertidos --543,6 millones de euros-- y 460,5 millones de dólares --422,7 millones de euros-- generados en plusvalías, según datos del Global Transfer Report 2022 de la FIFA.
Dichas cantidades sitúan a la Liga en tercera posición en gasto y en sexta en recepción de fondos por venta de futbolistas. Hasta 310,7 millones de dólares --285,1 millones de euros--, concretamente, percibieron los clubes españoles por jugadores que hicieron las maletas rumbo a Inglaterra.
Dolor de cabeza en el Barça
En lo que respecta al Barça, sin ir más lejos, este invierno varios de los nombres apuntados en la agenda de Mateu Alemany han acabado reforzando a conjuntos de la Premier League. Véanse los casos de Joao Félix, Andrey Santos o Malo Gusto --en dirección al Chelsea--, de un Tielemans muy cerca del Arsenal o del interés que varios equipos han mostrado en jóvenes talentos del Barça, como Ronald Araujo o Alejandro Balde.
No hay duda de que el FC Barcelona, al igual que el resto de clubes españoles, se encuentra inmerso en una situación paradójica; una sobreprotección económica que puede perjudicar sus intereses de mercado, pero cuyas medidas están orientadas precisamente a garantizar su modelo de propiedad en el futuro. El tiempo dirá si se trata de una apuesta beneficiosa o si no lo es... Aunque tenga la mejor de las intenciones.