Elena Fort, vicepresidenta institucional del FC Barcelona, compareció ante los medios de comunicación con la finalidad de dar los motivos de la elección de la constructora que se hará cargo de la reforma del Camp Nou. La ganadora del concurso fue la empresa turca Limak Construction, después de un proceso de votación entre todos los directivos de la entidad azulgrana, aunque con la ausencia del responsable del Espai Barça, Jordi Llauradó.
Jordi Llauradó, en un acto del Barça / EFE
Jordi Llauradó, en un acto del Barça | EFE
Según las palabras de Fort, la decisión de la directiva se tomó “por unanimidad”, pero con el matiz de la abstinencia de Llauradó. La justificación de la vicepresidenta es que el responsable del ambicioso proyecto se ausentó "por cuestiones profesionales y para evitar suspicacias; por ética profesional”. Un motivo sorprendente ante un proceso de semejante importancia en los planes del club catalán.
El perfil de Llauradó
Dichas suspicacias a las que se refiere Fort tienen relación con el hecho que Llauradó es un profesional del sector de la construcción. Su deseo de no participar en la votación fue para no dar preferencia alguna sobre las empresas que estaban compitiendo para la reforma del Camp Nou. Hay que destacar que entre las candidatas a las obras del estadio --además de Limak-- estaban Acciona, FCC, Ferrovial y Vinci.
Joan Laporta con Maria Elena Fort, Jordi Llauradó y Juli Guiu (izquierda) en un acto de campaña / 'Estimem el Barça'
Joan Laporta con Maria Elena Fort, Jordi Llauradó y Juli Guiu (izquierda) en un acto de campaña / 'Estimem el Barça'
En su experiencia en la construcción, el directivo responsable del Espai Barça es seniorpartner de ACI Capital Partners, fundador de MET Constructora y CEO de Civitas Pacensis. Asimismo, Llauradó es también socio y miembro del Consejo de Administración de PHI 4 Technology, que diseña y produce nanomateriales a partir de grafeno.
Sus expectativas con el nuevo Camp Nou
Hace más de un año, Llauradó reconoció en una entrevista con el diario Sport que “con el nuevo Estadi tendremos unos ingresos de 500 millones, un 67% más. De esos 200 adicionales, con un tercio, seremos capaces de pagar la amortización y los intereses del dinero que nos dejarán los inversores durante los próximos 35 años”. Una estimación que desde su perspectiva se considera “conservadora”.
Esos teóricos ingresos que calcula la directiva presidida por Joan Laporta son la base de la salvación definitiva del club en términos financieros. Por esa razón existe una gran expectativa del desenlace de un ambicioso proyecto, que deberá estar finalizado en 2025.