Lionel Andrés Messi es una de las estrellas del Mundial de Qatar y el jugador más importante en la historia del FC Barcelona. Posiblemente, uno de los tres más legendarios de la historia del fútbol junto a Pelé y Maradona, con permiso de Cruyff, Di Stéfano o Zidane. Un grande entre los grandes que se marchó entre lágrimas del Barça hace un año y medio. Se despidió roto, dolido y defraudado con el presidente Laporta, quien posiblemente no era del todo consciente del impacto negativo que tendría su adiós. Hoy, Messi triunfa en el PSG y es candidato a ganar, en territorio de los propietarios de su nuevo club, la Copa del Mundo que lo regateó en Brasil 2014. Hoy, es más fácil llegar a la conclusión de que el Barça ha perdido más sin Messi, de lo que ha perdido Leo sin el Barcelona.
Una sensación que, tal vez, era distinta hace unos meses, cuando parecía que ambas partes habían salido perdiendo. Tras un duro año de transición, Messi y su familia son un poco más felices en París, donde ganan más dinero del que percibirían en Barcelona. El delantero argentino ha recuperado su mejor versión en el terreno de juego con el PSG y, por supuesto, la está explotando en el Mundial con la remera de Argentina. La albiceleste es la verdadera pasión de un genio del balón muy competitivo que, en ocasiones, no ha tenido la fortaleza mental suficiente como para conseguir los objetivos que, por su inmenso talento, nadie dudaba que lograría. Esta vez parece que sí la tiene.
Ni cruces de Champions, ni títulos sin Leo
Esta versión letal de Messi no hace sino recordar al Barça que ha perdido al mejor futbolista de todos los tiempos. El más caro, también --llegó a firmar un contrato de 555 millones de euros en cuatro años, que le dejaban una media de 111 millones anuales de coste para el club. Pero, curiosamente, tras su marcha queda patente que el club catalán ha salido perdiendo en todos los terrenos: el deportivo y el económico.
En el terreno deportivo los números están al alcance de todos y hablan por sí solos. Desde que no está Messi, el Barça ha quedado dos años consecutivos eliminado de la fase de grupos de la Champions League. Algo que no ocurría desde la temporada 2000-01, con Lorenzo Serra Ferrer en el banquillo y Joan Gaspart en la presidencia.
Messi y Griezmann, dos líderes descartados
Desde que no está Messi, el Barça no ha sido capaz de ganar ningún título. Ni con Ronald Koeman, ni con Xavi Hernández. El técnico holandés levantó solamente uno durante su traumática etapa al frente del banquillo culé: una Copa del Rey, con Messi y Griezmann marcando diferencias en el campo. El astro argentino, en cambio, ya ha levantado dos títulos con el PSG --Ligue1 y Supercopa francesa--, una Copa América y está a una victoria del Mundial.
Ni Messi, ni Griezmann están ya en el Barça. Ayudaron a liberar más de 100 millones de masa salarial en verano de 2021. Este domingo serán rivales en Doha, como principales estandartes de Argentina y Francia, para ganar la Copa del Mundo. El Barça, por su parte, ya ha vuelto a hipotecar los 100 millones que liberó en salarios con sus salidas debido a los fichajes de Ferran Torres, Kessié, Christensen, Raphinha, Lewandowski y Koundé, además de algunas renovaciones como las de Pedri, Ansu Fati, Araujo, Gavi o Dembelé. Jugadores, en su mayoría, de primer nivel mundial, pero que no han evitado la prematura eliminación azulgrana en Champions. Tampoco han brillado especialmente en el Mundial.
Florentino quería a Leo fuera del Barça
Es más difícil hacer los números exactos a nivel económico. Es cierto que el Barça se ha ahorrado esos 111 millones anuales, que en realidad han sido unos 55 millones, ya que esa era la cifra salarial que Laporta pactó con Messi antes de dejarlo en la estacada. Aquella jugada, orquestada con la connivencia de Florentino Pérez y su estrategia para evitar el acuerdo de LaLiga Impulso con CVC, terminó haciendo realidad el mayor sueño húmedo del presidente blanco: ver a Messi fuera del Barça.
La entidad azulgrana se ahorró esos 55 millones --más del doble de lo que le cuesta Lewandowski--, pero ya está pagando los peajes de otras formas muy significativas. El interés de las audiencias por ver los partidos del Barça ha descendido desde que se fue, los abonados al Camp Nou también se han resentido --hay 5.000 menos desde la pandemia-- y aunque la nueva ola de ilusión está llenando el Camp Nou de aficionados este curso, el club se encuentra en un tremendo problema para generar nuevos recursos.
Messi generaba el doble de lo que costaba
Se han firmado nuevos acuerdos de patrocinio, pero no por importes demasiado significativos, a excepción de Spotify. La platafora musical se ha convertido en un main partner total, pero sigue siendo insuficiente para combatir el elevado nivel de gasto, y de deuda, que arrastra el club. Otros patrocinadores que aportan cifras interesantes --Whitebit ha firmado por 10 millones anuales-- generan polémica y debates incendiarios en el siempre pasional entorno culé de ilustres tuiteros, exagentes, exdirectivos, expresidentes, exentrenadores, exjugadores, periodistas amigos y enemigos o socios reivindicativos como los Oriol Giralt, Jordi Cases, Marc Ciria o Marc Duch.
Un informe al que ha tenido acceso Culemanía revela que en los cursos 17-18, 18-19 y 19-20, Messi generó el doble de ingresos al Barça de lo que había cobrado. Los cálculos relatan que Leo se llegó a embolsar 383,7 millones en esos años --brutos, es decir, a su cuenta bancaria llegaba aproximadamente la mitad-- y le generó al club unos ingresos de 619,3 millones. El PSG se nutre ahora de ello. Y se dispararán las cifras como gane el Mundial este domingo. La afición culé lo tiene claro: quiere el regreso del genio.