Las contradicciones del Barça de Laporta con el 'més que un club'
El presidente viajará a Qatar tras aceptar un patrocinio de criptomonedas meses después de señalar que "es un sector poco ético"
15 diciembre, 2022 02:32Hace un año y nueve meses que Joan Laporta tomó las riendas del FC Barcelona como presidente electo. Durante el primer año de su segundo mandato, se vivió un periodo de adaptación paulatina a un club que se hizo muy grande en los 10 años en que Jan había estado fuera. Durante este segundo año, Laporta ha demostrado saber moverse como pez en el agua, especialmente desde que dimitió el director general del club que arrancó con la junta ganadora, Ferran Reverter. En este tiempo, la directiva culé ha renovado el proyecto deportivo con Xavi Hernández y ha conseguido un sponsor principal de impacto positivo como Spotify, pero sigue cayendo en contradicciones muy difíciles de explicar a los socios. La última tiene que ver con el patrocinio de criptomonedas Whitebit, puesto en duda después de anunciado.
Desde que Laporta regresó a la presidencia, no son extraños estos volantazos. Hace dos días el club hacía oficial un acuerdo con la citada compañía para ser sponsor oficial del club y al día siguiente desaparecían todas las informaciones sobre el acuerdo en las redes sociales. No hay versión oficial al respecto, pero se intuye que la avalancha de comentarios negativos que aglutinó el anuncio ayuda a explicarlo. A pesar de las críticas, parece que el vínculo con Whitebit no se ha roto. Simplemente se están revisando unos puntos del acuerdo.
"Sector poco ético"
Lo sorprendente del caso es, como ya se han encargado de viralizar algunos tuiteros mediáticos, que hace tan solo unos meses desde el propio Barça se daban las siguientes explicaciones sobre alianzas con criptomoneda: "Es un sector especulativo, de riesgo, muy variable y poco ético". El argumento que impedía entregar la camiseta del primer equipo a una criptoempresa, y servía para anteponer la oferta de Spotify, ha dejado de ser válido cuando se trata de incorporar a un sponsor oficial de segunda línea. Las críticas no se han hecho esperar.
Esto ocurre por la extraordinaria necesidad de generar ingresos que tiene el Barça, especialmente tras caer eliminado de la Champions en fase de grupos. Las nuevas medidas restrictivas de la Liga en relación a la masa salarial obligan al club a ser ingenioso y ahorrador para poder inscribir a nuevos hipotéticos fichajes que ya se están negociando. El asunto polémico es que la necesidad económica no debería hacer olvidar a la junta directiva la tan manida proclama del més que un club.
Visita con polémica a Qatar
Por ejemplo, el presidente Laporta está organizando un viaje a Qatar para presenciar la final de la Copa del Mundo entre Argentina y Francia del próximo domingo (16h). Es normal que el presidente del Barça anhele asistir a la competición de fútbol más importante del planeta, pero contrasta con los postulados siempre críticos que Laporta y su junta han mantenido contra Qatar, un régimen autoritario que no concede iguales derechos a la mujer que al hombre y que castiga la homosexualidad. Hay que recordar que Laporta se negó a viajar al país del Golfo Pérsico cuando el club negociaba el fichaje de Xavi con el Al-Sadd.
La junta proclama una serie de valores, y hasta hizo incluir en los estatutos del club un texto recogido de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas con objeto de "velar por la igualdad de derechos y la dignidad de todas las personas" y "para la erradicación de todas las actitudes machistas, homófobas y racistas en el ámbito social y del deporte". Unos postulados que también confrontan con organizar partidos amistosos en otra dictadura absolutista como es la de Arabia Saudí, donde también se celebra la Supercopa de España.
Rusia, China y las casas de apuestas
Hace muchos años, en 2005, Laporta ya demostró tener una gran capacidad para regatear y rectificar decisiones. En aquel momento, el presidente fue partidario de vender la camiseta culé al gobierno chino a cambio de 19 millones anuales por cinco años. Otra opción que se contempló fue la de poner una casa de apuestas en la pechera culé. Finalmente, las críticas ocasionadas en un momento en que la camiseta azulgrana nunca había lucido publicidad, llevaron al presidente a decantarse por UNICEF, aunque no aportase dinero al club. Aquel gesto fue aplaudido y, con el tiempo, fue el mayor pretexto de Laporta para criticar la publicidad de Qatar Foundation y Qatar Airways que promovió su sucesor, Sandro Rosell.
Actualmente, hay una casa de apuestas entre los sponsors oficiales del Barça, 1xBET y ya no pasa nada. A mayor abundamiento, es una empresa rusa, pero el club tampoco decidió finalizar su alianza pese al inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania. Nuevamente, los ingresos se imponen a los valores, como ocurre con Whitebit, con los amistosos en Oriente Medio o como estuvo a punto de suceder con Ownix, una empresa israelí también vinculada al sector de las criptomonedas que era propiedad de un amigo y antiguo socio de Laporta, Moshe Hogeg, que fue detenido en Israel por supuestos delitos de fraude con las criptomonedas y de tipo sexual.
Familia y amiguismos
Otra cuestión que genera polémica sobre la forma de hacer de Laporta es su prioridad por construir un "club familiar". El código ético y de transparencia del Barça también se cumple de aquella manera cuando parecen primar la familia y los amiguismos sobre la meritocracia. Su prima Marta Segú, presidenta de la Fundació FCB, ha visto como se le doblaba el sueldo recientemente, su hermana Maite Laporta sigue en las comisiones y varios de sus amigos están en áreas de máxima responsabilidad como el compliance officer, el departamento legal, la nueva área de sostenibilidad o las asesorías del presidente.
La última tiene que ver con su hijo Guim Laporta, adentrado en el mundo de la representación de futbolistas y vinculado a varias operaciones del Barça durante el verano como las de Marcos Alonso o Raphinha. Desde el club se encargó un informe al departamento de compliance y se negaron vinculaciones directas con el Barça, pero el río sigue sonando. Tampoco se han dado detalles sobre las comisiones de los nuevos fichajes, los finiquitos a Piqué u otros futbolistas, el dinero que paga Spotify o la comisión vinculada a esta operación. El río suena.