El fútbol profesional es una de las principales fuentes de financiación del deporte español, según se desprende de la resolución provisional que ha hecho pública el Consejo Superior de Deportes (CSD) sobre las ayudas a las Federaciones Deportivas Españolas para los programas deportivos Team España correspondientes a 2022 destinadas a intensificar la preparación olímpica y paralímpica de cara a los próximos Juegos de París 2024.
Estas ayudas, que ascenderán a 48 millones de euros, proceden de la Liga a través los fondos de los Pactos de Viana, firmados en abril de 2020, por los que la patronal presidida por Javier Tebas se comprometió a dedicar parte de los recursos que generen los derechos audiovisuales del fútbol a crear un fondo de ayuda al deporte español.
Esta cantidad se distribuirá durante lo que resta de ciclo olímpico hasta París 2024 según las propuestas de las Federaciones, y tras la decisión de una comisión de valoración del Consejo Superior de Deportes. Con esta aportación el fútbol profesional español apoya el desarrollo de otros deportes beneficiando directamente a más de 230 deportistas y equipos para su preparación olímpica y paralímpica.
Por otra parte, el Gobierno distribuirá́ un total de 16 millones entre las 36 Federaciones que presentaron solicitud a los dos programas que forman parte del nuevo proyecto del CSD: Team España Elite y Team España Interés Estratégico.
La mayor parte de las subvenciones --11,4 millones de euros-- están destinadas al primero, Team España Élite, dirigido a deportistas y equipos con posibilidades de conseguir una plaza entre los ocho mejores en los Juegos Olímpicos y un podio en los Paralímpicos. Los otros 4,6 millones se enmarcan en Team Interés Estratégico, dirigido a especialidades no olímpicas, pero con gran peso en la proyección de España -como el automovilismo y el motociclismo-, y al desarrollo de la base de la élite en deportes como el tenis o el rugby.
El dinero a la RFEF
De igual forma, hay que destacar que la Liga también debe realizar otro tipo de aportaciones financieras, siendo en este caso a la Real Federación Española de Fútbol (RFEF). Se trata de una inyección de capital por parte de la patronal para apoyar al desarrollo del fútbol no profesional, que durante la temporada 21-22 ascendió a 63 millones de euros.