El ruido alrededor del Mundial de Qatar es cada vez más grande. El país sede de la cita mundialista ha acaparado fuertemente los reflectores del panorama internacional, aunque no por los motivos correctos. Si bien es cierto que falta cada vez menos para la inauguración de la competición, la realidad es que la crisis de los derechos humanos también tiene un peso importante sobre el debate de su elección como la anfitriona. Pero por ahora el silencio de la FIFA es el gran protagonista en estos días previos.
El organismo regulador presidido por Gianni Infantino se ha mantenido firme con la elección del país catarí, sin importar cada una de las polémicas que están relacionadas con dicha nación. A pesar del esfuerzo de ciertas organizaciones, como Amnistía Internacional, la realidad es que la FIFA ha optado por hacerse de los oídos sordos ante una verdadera crisis que vincula a los trabajadores migrantes, las mujeres y los derechos de la comunidad LGTBQ.
La denuncia de Amnistía
Carlos de las Heras, responsable de deportes y derechos humanos de Amnistía Internacional España, conversó con Culemanía acerca de la situación actual con la institución de fútbol y la crisis en territorio asiático: “En este sentido, la FIFA sigue sin actuar. Por ejemplo, hace tan solo unos días, el presidente de FIFA, Gianni Infantino, ha escrito una carta a las 32 naciones que competirán por la Copa Mundial, instándolas a que “se centren en el fútbol” y dejen a un lado los problemas de derechos humanos. Tiene razón cuando dice que “el fútbol no existe en el vacío”; cientos de miles de trabajadores y trabajadoras han sufrido abusos para hacer posible este torneo y sus derechos no pueden ser olvidados ni ignorados. Merecen justicia y compensación, no palabras vacías, y el tiempo se está agotando”.
Uno de los grandes problemas en la organización de la Copa del Mundo es la dura explotación a los trabajadores y trabajadoras que han estado en la construcción de los estadios. Para cumplir con los plazos, Qatar contrató a una gigantesca cantidad de personal, aunque ofreciendo unas condiciones que solo pueden considerarse como inhumanas. Desde jornadas laborales de hasta 16 horas, trabajo al aire libre soportando temperaturas muy elevadas y salarios impagados.
“Hace unos meses, una investigación de nuestra organización documentó cómo alrededor de 100 trabajadores migrantes empleados en un proyecto de construcción de uno de los estadios para la Copa Mundial habían trabajado hasta siete meses sin cobrar, pese a que las autoridades conocían la problemática desde hacía casi un año, algo que señala la inacción de la FIFA y las autoridades de Qatar en este asunto” asegura Carlos de las Heras.
La indemnización pendiente
El silencio de la FIFA también está relacionado con respecto a aquellos trabajadores que fallecieron en el proceso de la organización de la cita mundialista. Una cifra que a día de hoy se desconoce, pero lo cierto es que desde hace varios años que no existen explicaciones sobre los cientos de personas fallecidas durante la última década. Por esta razón, Amnistía Internacional ha buscado dialogar con el organismo regulador del fútbol internacional para que exista una compensación para las familias involucradas.
“En mayo lanzamos la campaña #PayUpFIFA. Esta campaña pide a FIFA que destine como mínimo 440 millones de dólares estadounidenses para proporcionar reparación a los cientos de miles de trabajadores y trabajadoras migrantes que han sufrido abusos contra sus derechos humanos en Qatar. Dado el historial de abusos contra los derechos humanos en el país, la FIFA sabía —o debía haber sabido— los riesgos evidentes para los trabajadores y trabajadoras al adjudicar el torneo a Qatar. Es por eso que pedimos que, para reparar la sucesión de abusos cometidos desde 2010, FIFA iguale, como mínimo, los 440 millones de dólares de la dotación en premios para la Copa Mundial y los destine a establecer un programa de reparación integral”, señaló el responsable de deportes y derechos humanos de Amnistía Internacional España.
El apoyo de las selecciones
En esta causa, Amnistía Internacional ha contado con el apoyo de varias selecciones que dirán presente en el Mundial de Qatar. En este sentido, Bélgica, Gales, Francia, Alemania, Países Bajos, Inglaterra y Estados Unidos, además de contar con el añadido de países que no clasificaron a la Copa, pero que igualmente se suman a la petición, como es el caso de Suecia y Noruega.
La mencionada organización se ha puesto en contacto con las 32 selecciones clasificadas, pero por ahora ha tenido respuesta de las siete mencionadas. Contar con un apoyo mayoritario de los países implicaría un esfuerzo más en la presión hacia la FIFA de cara a compensar a aquellas personas que se han visto perjudicadas por el trato de las autoridades cataríes en los últimos años.