Pasan los meses y Luis Rubiales, el presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), sigue sin poder distanciarse de la polémica. En las últimas horas, los técnicos de la IGAE --Intervención General de la Administración del Estado-- han determinado que incumplió la norma interna de pagos de la Federación durante más de un año, beneficiándose de unos privilegios económicos que no debía ostentar.
Según señala Hacienda, en comunión con la Fiscalía Anticorrupción, “el presidente no tenía derecho a vivienda”. Rubiales, por tanto, incurrió en un movimiento irregular al aceptar dinero de la máxima organización del fútbol español --3.100 euros al mes-- para disfrutar de una vivienda de lujo en el centro de Madrid.
“Aunque se sostuviera que el acuerdo de la asamblea general de 26 de octubre de 2020 suprimió el requisito de tener domicilio habitual fuera de la Comunidad de Madrid, al menos desde mediados del año 2019 hasta el 26 de octubre de 2020 --fecha de la asamblea general de 2020--, el presidente no tenía derecho a vivienda”, puede leerse en el informe de los funcionarios encargados de tratar el asunto.
En contra de las normas de la RFEF
A juicio de dicho departamento dependiente del Ministerio de Hacienda, se trata de un hecho “relevante, porque uno de los contratos de arrendamiento, el correspondiente al año 2020, se suscribió el 20 de enero de dicho año”. Según el contrato, Rubiales era quien iba "a residir habitualmente en la vivienda", nada menos que un piso de tres habitaciones, con una extensión de 125,68 metros cuadrados, ubicado en la planta 29 de Torre de Madrid, un edificio que se encuentra al inicio de la céntrica calle Princesa y que hasta 1967 fue el más alto del mundo construido en hormigón.
El domicilio dispone de unas vistas panorámicas de casi toda la capital, y está completamente equipada con electrodomésticos, mobiliario y sistema de domótica. Tras los escándalos de la Supercopa Files que reveló El Confidencial, Rubiales alteró su salario y quitó la variable sujeta a los ingresos totales de la Federación. No obstante, aún mantiene la ayuda de 3.100 euros, al menos, para la vivienda con la que paga la letra de la hipoteca de su casa, a pesar de disponer de un sueldo anual superior al medio millón de euros.
Tal y como establece la ley, Luis Rubiales estaba obligado a empadronarse en el municipio donde residiera habitualmente. Y si vivía en dos sitios al mismo tiempo, debería haberlo hecho en el que pasaba más tiempo. En cualquier caso, durante el mes de abril de 2020 algunos colaboradores de Rubiales se dieron cuenta de la irregularidad, y eso provocó un intercambio de correos electrónicos.
Un correo electrónico determinante
La prueba definitiva para las conclusiones de los técnicos de la IGAE es un correo enviado el 11 de octubre de 2020, cuando Rubiales ya llevaba nueve meses instalado en la planta 29 de Torre de Madrid. En el email, el secretario general de RFEF admite que se habían saltado el reglamento interno de la ayuda de vivienda. “Y por último, he introducido un cambio importante de redacción en el tema de la vivienda”, se explicaba a Tomás González Cueto, un abogado externo.
“La redacción anterior”, admitió el secretario general de la RFEF, “decía que se le proveería [al presidente] una vivienda cuando tuviera el domicilio habitual fuera de Madrid. Con el tenor literal de la frase, para poder proveer una vivienda, el domicilio habitual debe de estar fuera de Madrid. Si se traslada el domicilio fiscal a Madrid y para ello además te censas en Madrid... creo que aquí podríamos tener algún problema". Finalmente, ese problema ha llegado para Luis Rubiales. Y, tras los escándalos de los últimos meses, promete no ser el último...