Malas noticias para la Superliga Europea. El ambicioso proyecto que pretende terminar con el modelo UEFA está perdiendo fuelle a marchas forzadas. La eliminación del FC Barcelona y la Juventus de la Champions League, siendo dos de los tres principales impulsores de la nueva competición, complica el sueño compartido de Joan LaportaFlorentino Pérez. Su Real Madrid se queda solo ante el peligro con el reto de conseguir la gesta del año pasado y mantenerse como vigente campeón de la competición continental para seguir metiendo presión desde una posición de máxima visibilidad mundial. 

A la Europa League

En la UEFA se frotan las manos porque es alentador para sus intereses que dos de los históricos de la competición, Juve y Barça, se vayan a la Europa League justo en su momento más reivindicativo. El Barça, incapaz de ganar al Inter ni al Bayern, queda tercero de grupo con tan solo cuatro puntos por los 10 del Inter a falta de un partido. La Juve suma tres puntos tras caer derrotada a manos del Benfica (11), que también fue verdugo del Barça el año pasado.

El saludo entre Ter Stegen y Pedri, después de la goleada del Bayern contra el Barça / EFE

El saludo entre Ter Stegen y Pedri, después de la goleada del Bayern contra el Barça / EFE

Al organismo que preside Aleksander Ceferin le será fácil vender al resto de clubes que el interés que tienen algunos como Barça y Juve es, simplemente, aprovechar un cambio de competición para recuperar el potencial y esplendor que han perdido en Europa. Y no le faltaría razón porque es vox populi que la principal motivación que tienen estos clubes para impulsar la Superliga es económica.

Pendientes del Tribunal Europeo

La nueva competición está pendiente de una resolución judicial que se espera entre el 15 de diciembre --el Abogado General del TJUE emitirá su opinión no vinculante-- y principios de enero de 2023. El Tribunal de Justicia de la Unión Europea dictaminará si esta competición puede ser legal y compatible con las competiciones UEFA y FIFA, a las que acusan de ejercer un abuso de posición dominante. En caso de que así sea, si se consigue sacar adelante el proyecto, los clubes fundadores podrán ingresar unos 700 millones de euros al contado. Solamente por participar. Hay un potencial de negocio enorme tras la Superliga. 

Agnelli, Laporta y Florentino, fundadores de la Superliga Europea, en un fotomontaje / Culemania

Agnelli, Laporta y Florentino, fundadores de la Superliga Europea, en un fotomontaje / Culemania

Los impulsores de este nuevo formato en España también respiran más aliviados esta semana, después de que se haya confirmado que la nueva Ley del Deporte no incorporará la enmienda sobre la Superliga. La Liga exigía un derecho de veto contra los clubes que se adhiriesen a la hipotética competición, pero el CSD no lo ha concedido después de árduas negociaciones en las que ha intervenido el Ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta

Enmienda retirada en España

Desde el Gobierno español han decidido que no legislarán sobre este tema hasta que no se pronuncie el TJUE. Algo que tanto Barça como Real Madrid han interpretado en clave de victoria, y así lo han comunicado mediante sus vías oficiales. En cambio, la Liga, que también ha hecho un comunicado celebrando la aprobación de las otras dos enmiendas --la que limita el poder de la RFEF y la que garantiza el statu quo de la Liga para negociar los derechos televisivos de manera colectiva-- mantiene que la Superliga es una "amenaza" y que disponen de otros "mecanismos de defensa para frenarla". 

Desde luego, con clubes impulsores como Barça y Juventus fuera del escaparate de la Champions, será más difícil a la Superliga meter presión. Aunque, por otro lado, estas entidades se cargarán de razón al alegar que no puede ser que los mejores equipos históricos no jueguen entre ellos. La guerra se sigue calentando.