El enésimo escándalo protagonizado por Al-Khelaïfi vuelve ahora a evidenciar el modus operandi del principal patrocinador de la serie de torneos Premier Padel y su condición de bestia negra del deporte español. Sin embargo, y a pesar de las astronómicas cifras que ha puesto QSI encima de la mesa para destronar a World Padel Tour como principal circuito profesional a nivel global, la reputación de Al-Khelaïfi sigue generando dudas en el subconsciente de más de un profesional.
Más escándalos de Al-Khelaïfi
No en vano, y según el entorno de varias jugadoras profesionales, la desconfianza hacia la figura del poderoso empresario catarí y la disconformidad con algunas de las prácticas del régimen que encabeza su amigo personal, el emir Tamim bin Hamad al-Thani, siguen pesando tanto o más que la vigencia del contrato con World Padel Tour para no unirse al nuevo circuito impulsado por QSI y la Federación Internacional (FIP).
Según han desvelado diversos medios, el Juzgado de Primera Instancia número 6 de Madrid ha dictado como medida cautelar el embargo preventivo de bienes a beIN Media Group, el grupo audiovisual propiedad del emirato de Catar y presidido por Al-Khelaïfi, ante el impago a la Liga de una cantidad superior a los 50 millones de euros, correspondientes a los derechos audiovisuales de la competición en Asia y Oriente Medio para la presente temporada.
Incertidumbre sobre el proyecto
Al-Khelaïfi vuelve a ocupar las portadas y páginas de la prensa internacional después de que el diario francés Libération revelase hace un par de semanas “los abusos sufridos” por un ciudadano franco-argelino residente en Qatar, quien habría permanecido durante diez meses en condiciones “inhumanas” en prisión por disponer de “documentos potencialmente explosivos” para el presidente del fondo QSI.
Todos estos escándalos incrementan la incertidumbre en torno al proyecto Premier Padel