Joan Laporta ha comparecido este domingo ante los socios compromisarios del FC Barcelona con motivo de la asamblea ordinaria anual. El presidente culé, durante el discurso presidencial que corresponde al primer punto del orden del día, ha sacado pecho de su gestión deportiva y económica desde que regresó a la presidencia tras la victoria electoral del pasado 7 de marzo de 2021. Entre otras cosas, ha vuelto a criticar la herencia recibida de Josep María Bartomeu, ha reivindicado la importancia de poner en marcha la Superliga para combatir el poder de los clubes Estado y ha expuesto la importancia de las palancas para garantizar que la propiedad del Barça siga siendo de sus socios, manteniendo el modelo de club social y evitando la Sociedad Anónima Deportiva.
La Liga no aceptaba a Koundé
Saliendo del discurso más habitual y esperado, el presidente Laporta también ha confirmado una noticia llamativa: varios miembros de la junta directiva del Barça avalaron personalmente con 10 millones de euros la inscripción de uno de los nuevos fichajes de este curso, Jules Koundé. Además, el presidente ha expuesto la novedad de que también el director de fútbol del club, Mateu Alemany, participó en ese aval con su propio patrimonio.
A mediados de agosto, una vez presentados los fichajes de Kessié, Christensen, Raphinha, Lewandowski y el propio Koundé, el Barça se topó con el problema de que la Liga no le permitía inscribir a todos los jugadores. Habían salido varios futbolistas, liberando espacio salarial, y ya se habían activado las primeras palancas --la venta del 25% de los derechos televisivos en dos tandas-- pero eso no era suficiente. Koundé fue el último en tratar de ser inscrito, no solamente por ser el último de los cinco en llegar, sino porque venía del Sevilla lesionado. Cuando ya estaba para jugar y el club lo quiso inscribir, la Liga dijo que no era posible.
La junta y Mateu avalaron personalmente
Fue entonces cuando Laporta convocó a varios de sus directivos de confianza, especialmente aquellos con más conocimiento del ámbito económico y con más capacidad patrimonial, para crear un aval exprés de 10 millones de euros. Esa fue la fórmula aceptada por la Liga para inscribir al jugador, donde, como se ha comentado, no participaron solamente miembros de la directiva, sino también Mateu Alemany.
Posteriormente llegaron más fichajes y, en ese caso, no hubo problemas para inscribirlos. El último día del mercado de verano llegaron las contrataciones tanto de Marcos Alonso como de Héctor Bellerín. Esto fue posible debido a la salida de muchos otros jugadores en esa última jornada del mercado de fichajes, donde fue clave la venta de Pierre-Emerick Aubameyang al Chelsea a cambio de 12 millones y la liberación del propio Alonso.
Sube la masa salarial en 138 millones
El traspaso del delantero gabonés, aunado a la marcha de otros jugadores como Sergiño Dest, Braithwaite, Umtiti o Nico, posibilitó la inscripción de los fichajes de Alonso y Bellerín sin tener que buscar más recursos extraordinarios. En total, son 20 los jugadores que se han ido del Barça este verano, por solamente siete que han llegado. Pero los nuevos, con salarios más elevados y habiendo costado traspasos, han supuesto un incremento de la masa salarial a los 656 millones de euros. La subida ha sido de 138 millones de euros, según ha informado el club.