La carrera de Jordi Alba se aproxima a sus últimos pasos al máximo nivel con 33 años. Sin embargo, en este tramo inicial de temporada 2022-23 atraviesa una etapa de contrastes. Y es que su participación en el FC Barcelona ha quedado reducida a cenizas. En tanto, su protagonismo en la selección española lo mantiene como uno de los pesos pesados del combinado dirigido por Luis Enrique. Lo que queda claro es que el club azulgrana trata de deshacerse de Alba, a la par que de otros lastres económicos, con una especie de conspiración.

 

En esta ocasión, los factores deportivos no se hallarían detrás de las continuas suplencias del lateral nacido en L'Hospitalet con el Barça. Los últimos datos de rendimiento desvelados a través del sensor GPS de Jordi Alba apuntan a un rendimiento al alza. Es más, el ex jugador del Valencia puede presumir de unas estadísticas óptimas de velocidad, resistencia y grasa corporal, entre otras métricas. Alba ha espabilado, tal y como le pedía Xavi tanto públicamente como en el vestuario. Sin embargo, su estado de forma superior incluso al de hace cinco años todavía no le ha abierto las puertas de la titularidad con el Barça.

El eclecticismo de Xavi

La grata irrupción de Alejandro Balde ha apartado a Jordi Alba del once, pues solo ha disputado dos partidos de inicio: en el estreno de la Liga contra el Rayo Vallecano y en la Champions League, ante el Viktoria Plzen. Además, el buen debut como titular del nuevo fichaje, Marcos Alonso, complica más si cabe la continuidad de Jordi Alba. Con esto, durante el partido de Nations League ante España-Suiza (1-2), el carrilero zurdo impartió una cátedra de liderazgo en el vestuario y puso el gol del empate. Más allá aún, Alba apareció en imágenes televisivas en los momentos previos a la segunda parte arengando a sus compañeros.

Por ende, algo ocurre en el seno del Barça. Anteriormente, el técnico azulgrana, Xavi Hernández, ya intentó enterrar el hacha de guerra con Alba en rueda de prensa: "Alba y Piqué están ayudando mucho, son capitanes y no habrá ningún problema, jueguen o no jueguen".

Jordi Alba, junto a José Gayà en un entrenamiento de la selección española EFE

Jordi Alba, junto a José Gayà en un entrenamiento de la selección española / EFE

De puertas adentro, del mismo modo que declaró Diego Simeone respecto al caso de Antoine Griezmann, Xavi es un "hombre de club". Públicamente, el técnico egarense mantiene una posición ecléctica entre el Barça y Jordi Alba haciendo gala de su diplomacia. No obstante, sobre el campo, los 217 minutos jugados por el veterano capitán delatan la predisposición del entrenador catalán hacia la entidad.

Complot de la directiva

En un intento similar al practicado con Frenkie de Jong, el Barça trató de precipitar la marcha de Jordi Alba unilateralmente. Las urgencias del mandamás azulgrana, Joan Laporta, con el Fair-Play financiero desembocaron en varias salidas fallidas como las protagonizadas por el pivote neerlandés y el propio Alba.

En el caso del defensor, tras 10 temporadas en el Camp Nou, el Barça ya forzó su cesión sobre la bocina del mercado veraniego. La comitiva azulgrana llamó a la puerta del Inter de Milán. A pesar de las primeras informaciones que señalaban un acuerdo entre clubes, la escuadra italiana no dio el visto bueno a la operación al no poder asumir el salario del futbolista internacional con La Roja.

Jordi Alba celebra su gol ante Suiza con Marco Asensio EFE

Jordi Alba celebra su gol ante Suiza con Marco Asensio / EFE

"Me gusta que me vayan de cara"

No obstante, Jordi Alba no estuvo al corriente de dichas negociaciones hasta las filtraciones de la prensa. De ahí su indignación con el club azulgrana, que pretendía liberar unilateralmente parte de ese sueldo de 20 millones anuales brutos: "A mí me gusta ir de cara y que me vayan de cara. No tengo más que decir, aunque me gustaría decir más. En este mundo del fútbol ya no me sorprende nada”.

Al no fructificar dicha fórmula, el Barça presiona ahora desde la figura de Xavi Hernández para desencadenar la salida precipitada de Jordi Alba y Gerard Piqué. Ambos capitanes tienen contrato en vigor hasta 2024. Con esto, la vinculación del central de 35 años al FC Barcelona cuenta con una particular cláusula del 35% de minutos disputados. Si supera dicha cifra, podrá prolongar su estancia hasta 2024.

Gerard Piqué y Jordi Alba, en el banquillo del Barça / REDES

Gerard Piqué y Jordi Alba, en el banquillo del Barça / REDES

Xavi, el arma del club

Si bien el lateral del Barça ha actuado como un verdadero líder y mentor de los más jóvenes, en el campo esa presencia se diluye. Solo el buen conocimiento de causa de Luis Enrique asegura la convocatoria de Jordi Alba para el Mundial de Qatar 2022. Periodistas próximos a la entidad azulgrana incluso reconocieron que el jugador de 33 años comprendía y toleraba la llegada de competencia en su puesto. 

Sin embargo, el negocio prima, y la obligación de adaptarse a los nuevos límites salariales impuestos por la Liga obligará a una reducción drástica de más de 200 millones. Jordi Alba ya diferió sus emolumentos de tres temporadas, y ahora cobra su sueldo íntegro, que representa una losa para el Barça. Por ende, el ostracismo futbolístico impuesto desde las altas esferas azulgranas espera adelantar la salida de Alba al verano de 2023, en vez de agotar su contrato dentro de dos años. Xavi se ha convertido en el cómplice del Barça para forzar el adiós de una leyenda.