Cuando Jaume Roures adquirió en 2019 la Liga de Videojuegos Profesional (LVP), a través de Mediapro y previo pago de 22 millones de euros, sabía perfectamente que se trataba de un negocio en plena expansión, cuyo desarrollo se ha incrementado de forma progresiva año tras año. Una de las competiciones que gestiona la LVP --y su guinda del pastel-- es la Superliga de League of Legends, que está batiendo récords de audiencia en 2022.
El torneo, que en la actualidad mueve más de 10 millones de euros anuales, ha culminado las dos temporadas --primavera y verano-- del presente año con 25 millones de espectadores acumulados, una cifra nunca antes vista. Ahora se está buscando una mayor protección a las plazas de los equipos participantes, mediante una nueva regulación que se implementa un año después de que la mitad de las plazas cambiaran de propiedad.
Dos de los teams que ingresaron en el último año fueron el FC Barcelona y KOI Squad, el equipo liderado por Gerard Piqué e Ibai Llanos. La naturaleza de estos nuevos conjuntos, desarrollados desde sus albores y con recursos suficientes para mejorar más rápido que otros, está contribuyendo a que el grado mediático de la Superliga de LOL crezca a pasos agigantados, captando audiencias e impulsando la capacidad de negocio.
KOI, el Barça y la adquisición de plazas
Actualmente, la Superliga española de LOL se ha consolidado como una de las ligas regionales más punteras a nivel mundial. Eso favorece, en consecuencia, el ascenso de algunos de sus miembros. Team Heretics, por ejemplo, ya ha logrado financiación suficiente para comprar una plaza en la LEC, la liga europea de LOL, y se unirá a MAD Lions como segundo club español presente en el torneo.
Además del Barça y de la sociedad que forman Ibai Llanos y Piqué, el curso pasado compraron una plaza tres clubes más: Bisons, de raíces vascas y fundado por Gorka Arrinda y altos cargos de BBK Live; el ya mencionado Team Heretics, uno de los equipos con mayor número de seguidores; y Fnatic, uno de los grandes clubes a nivel mundial, que llegó a un acuerdo con Team Queso para ocupar su plaza.
Esta forma de acceder a la Superliga de LOL cambiará radicalmente a partir de 2023. La LVP ha pactado con los clubes y con Riot Games --propietario y desarrollador del videojuego-- que ya no se puedan vender las plazas de forma privada. De esta manera, se pretende dar continuidad y margen de crecimiento a los proyectos, en lugar de que se produzcan traspasos de clubes que no acaban de consolidarse.
Nuevas normas a favor de la estabilidad
Los cambios constantes de clubes podrían restar valor de marca a la competición, por lo que se ha decidido apostar por una cierta estabilidad. Y es que los eSports hace tiempo que abandonaron el segundo plano. Las audiencias siguen al alza, y son el gran motor de la captación de sponsors. Los ingresos de los deportes electrónicos se recuperaron en España tras la pandemia, y alcanzaron 34 millones de euros en 2021, según datos proporcionados por Aevi.
Se trata, nada menos, que el equivalente al 12% de la facturación de toda la industria de e-gaming en Europa, por lo que se calcula que España es el país donde existe un mayor nivel de penetración, y donde se encuentran las audiencias más desarrolladas del continente.
Tras un primer curso exitoso para FC Barcelona y KOI Squad --segundo y tercero en la clasificación, respectivamente--, ambos equipos seguirán apostando por catapultar sus proyectos. Y con los números en la mano, Jaume Roures y Mediapro estarán encantados de que así sea.