El FC Barcelona, como mínimo, jugará una temporada en el Estadi Olímpic Lluís Companys, aunque algunas fuentes del club y del Ayuntamiento de Barcelona no descartan que el traslado se alargue unos meses más. El equipo azulgrana cambiará el Camp Nou por Montjuïc durante el próximo curso y en el Barça calculan que las pérdidas por ticketing podrían rondar los 100 millones de euros.
Joan Laporta, presidente del Barça, argumentó que el traslado a Montjuïc permitirá que se aceleren las obras de remodelación del Camp Nou. La tercera grada será totalmente derribada y se construirá una nueva totalmente simétrica. También se levantarán dos anillos de palcos. En cambio, las obras en la primera grada serán menores, mientras que el primer proyecto, durante la presidencia de Josep Maria Bartomeu, contemplaba su derribo y la construcción de una nueva con más pendiente que la actual.
El alquiler de Montjuïc
El Barça, como admitió el mismo Laporta y el primer teniente de alcalde del Ayuntamiento de Barcelona, Jaume Collboni, pagará entre 15 y 20 millones de euros por el alquiler del Olímpic Lluís Companys durante una temporada.
El club azulgrana asumirá los gastos de seguridad y movilidad a la montaña olímpica. También las reformas internas que sufrirá el estadio, bastante deteriorado desde la marcha del Espanyol a Cornellà-El Prat en 2009.
Más abonados que asientos
El Camp Nou tiene, actualmente, una capacidad para 99.300 espectadores, casi el doble que los 55.000 asientos que tiene el Olímpic Lluís Companys. Todo parece indicar que no se ampliará el aforo del estadio con gradas supletorias por sus dificultades técnicas y su elevado coste.
El Barça, actualmente, tiene unos 80.000 abonados. Es decir, socios con un asiento en el Camp Nou. En Montjuïc no cabrán todos y todavía no se sabe la fórmula que utilizará el club para regular la asistencia de sus aficionados.
Menos ingresos
El traslado a Montjuïc también comportará grandes pérdidas económicas. El club factura unos 220 millones de euros por ticketing en el Camp Nou. En el nuevo recinto, los ingresos podrían oscilar los 120 millones de euros. Es decir, en el Barça calculan unas pérdidas de 100 millones anuales.
Xavi Hernández y sus futbolistas, por su parte, asumen que la lejanía de las gradas del terrreno de juego será un problema adicional. Tras su última reforma en 1994, en la que se amplió el estadio por abajo y se eliminó el foso, los asientos están relativamente cerca del campo.
Financiación pendiente
El Barça espera terminar las obras del Camp Nou en la temporada 2025-26. Entonces, la capacidad del coliseo azulgrana será de 105.000 localidades y todas estarán cubiertas.
Las obras del Espai Barça costarán unos 1.500 millones de euros, 900 millones más de los proyectados inicialmente por Josep Maria Bartomeu, aunque hace dos años el expresidente ya asumía que su coste se elevaba hasta los 815 millones. De momento, el club sigue sin resolver el tema de la financiación.