El FC Barcelona ha anunciado que ha iniciado ya los trabajos para retirar el videomarcador del gol sur, la primera actuación que hará el club en el derribo parcial de dicha grada.
Según ha notificado el Barça, el pasado 1 de septiembre empezaron los trabajos previos de preparación de la zona con el desmontaje de equipos y de instalaciones. El club también ha informado de que el próximo viernes 9 de septiembre empezará la retirada del videomarcador electrónico del Gol Sur, que ya estará inoperativo mañana para el debut de la Champions ante el Viktoria Plzen. Esta actuación marcará el inicio del derribo parcial de la tercera gradería, aprovechando la ventana de oportunidad que ofrece el parón de la competición por la disputa del Mundial, entre noviembre y diciembre.
Retirada del anillo exterior
Estas obras consistirán en la retirada del anillo exterior, el voladizo que sobresale de la fachada del Gol Sur (donde se ubicaba el Centro de Asistencia Sanitaria), y la mitad de la tercera gradería del mismo Gol, parte de la cual hace contrapeso.
Las tareas por el derribo están previstas distribuirlas en tres fases. La primera, en el marco de los trabajos preliminares a realizar desde ahora hasta la ventana del Mundial. A continuación, y ya en una segunda fase, se abordará la demolición parcial de la tercera gradería, que comporta principalmente la retirada de la estructura principal y se habilitarán nuevas escaleras y vías de evacuación para restablecer el uso de los asientos de la segunda gradería que no están afectados por las obras, garantizando así la máxima seguridad de todos los aficionados y aficionadas.
Retirada de los asientos
Una vez completada la retirada del videomarcador del Gol Sur, se procederá al desmontaje de asientos y accesorios, así como barandillas y vigas. De cara a octubre, las obras afectarán principalmente a la tercera gradería, donde desaparecerán 3.782 localidades, de las que 3.182 corresponden a socios y socias abonados. Los afecttados ya han sido informados y serán reubicados en zonas similares o podrán acogerse a una moratoria temporal en el pago del abono.
En el caso de la segunda gradería, los 1.215 abonados afectados, situados entre las bocas 315 y 322, pasarán de tener localidad cubierta a descubierta y el Club les ha hecho la adaptación de precio correspondiente. De las más de 4.300 personas abonadas afectadas, se ha reubicado a 2.675 y han solicitado excedencia 575.
Las obras se concentrarán entre las puertas 34 y 46, afectando a algunas de las bocas de la segunda y tercera gradería. En el caso de la segunda, las afectadas serán las bocas 315 pares a 322 impares -únicamente desde las filas 34 a 37, ambas incluidas-. En la tercera gradería, las bocas afectadas por las obras serán las 521 – 522 y las bocas 415, asientos pares, a 422, asientos impares. Además, también quedarán afectadas seis lonjas VIP de la segunda gradería y la zona donde habitualmente se ubica la afición contraria. Debido a estas tareas preliminares, contra el Viktoria Plzen, ya se han desplazado a los aficionados rivales una boca (de la 521 a la 522 pares hasta la boca 525 impares).
Beneficios de avanzar las obras
A pesar de que la planificación de obra puesta en marcha por el Club prevé realizar el grueso de la construcción del Estadio una vez acabe la temporada 2022/23, la opción de avanzar parte de la obra en la ventana propiciada por el paro del campeonato de Liga para la disputa del Mundial, se ha convertido en una oportunidad para el inicio del derribo parcial de la tercera gradería del Gol Sur. Esta opción ha permitido obtener un doble beneficio en su proceso constructivo. Por un lado, abordar un volumen de actuaciones considerable en el conjunto de la obra, lo que permitirá avanzar buena parte de los trabajos previstos realizar el próximo verano. Además, también se trata de una prueba piloto y ratifica la puesta en obra de procedimientos y tecnologías diseñadas expresamente para la remodelación del Camp Nou.
Hay que tener en cuenta que la remodelación del futuro estadio exige el diseño de procesos constructivos basados en la industrialización, lo que conlleva, a diferencia de la construcción tradicional, abordar previamente la fase de producción y ensayo de prototipo. Así, tanto las operaciones de derribo como los procedimientos de construcción de los elementos principales de la estructura podrán ser puestos a prueba, a fin de determinar las soluciones más eficientes, pudiendo replicarlas de una forma acertada y fiable en el resto de la construcción.