Joan Laporta y Gerard Piqué, presidente y capitán del Barça, siempre había tenido una buena sintonía y mucha complicidad. En las últimas semanas, la situación no es tan idílica, con la negativa del futbolista de rebajarse el sueldo y al no querer compartir un negocio.
Según ha informado Catalunya Ràdio, Laporta rechazó la propuesta de Piqué para que una de sus empresas, Kosmos, comprara el 24,5% de Barça Stuadios, la cuarta palanca que activó el presidente azulgrana.
La compañía de Roures
Laporta se decantó finalmente por la sociedad, Orpheus Media, compañía administrada por Jaume Roures, que pagará 330 millones de euros.
El presidente del Barça, según la información de la cadena pública catalana, consideró que la oerta de Piqué vulneraba el código ético del Barça porque actualmente forma parte de la plantilla del primer equipo de fútbol.
Joan Laporta, solo, en un plató de Barça Studios / FCB
Joan Laporta, solo, en un plató de Barça Studios / FCB
El deseo de Piqué de hacer negocio con el Barça contrasta con la promesa que el futbolista le hizo a Xavi Hernández, el pasado mes de mayo, al acabar la Liga.
Reunión tensa en mayo
En una tensa reunión que mantuvieron Xavi y Piqué, el entrenador del Barça le comunicó al futbolista que sería un actor muy secundario en la actual temporada.
Xavi le recriminó sus polémicas en las redes sociales, le pidió que se olvidara de sus negocios y le pidió que se recuperara de su lesión y se bajara el sueldo. El defensa respondió que aceptaba sus peticiones, pero la realidad parece desmentirle. Ni se ha bajado el sueldo y sigue pensando en clave empresarial.
Bartomeu también lo hizo
Al igual que ha hecho Laporta, el anterior presidente del Barça, Josep María Bartomeu, también tuvo que parar los pies a Gerard Piqué cuando trató de hacer negocios personales con el club. Entonces, el futbolista insistió mucho a Barto para que le permitiese comprar Barça Studios con su empresa Kosmos, pero el entonces presidente siempre se lo negó. Le recordó que siendo jugador del equipo, ese tipo de negocio hubiese quebrantado el código ético del club.