El FC Barcelona ha protagonizado un verano ajetreado, tanto en lo deportivo como en lo económico. La entidad azulgrana revolucionó el mercado a partir de los numerosos fichajes, los cuales pudieron realizarse a partir de las famosas palancas de la directiva de Joan Laporta. Esa inyección de capital ha permitido al club encarar la planificación deportiva de la actual temporada, aunque solo representan un parche ante el grave problema que deben solventar en los próximos meses.
La activación de las palancas ha significado un impulso total en los ingresos del Barça para la 2022-23. Diferentes fuentes aseguran que dicho monto puede ascender hasta los 1.300 millones de euros, siendo una buena parte la venta de los activos del club catalán. Tal y como explicamos, esto es solamente un parche ante los problemas financieros que han castigado a la entidad desde hace dos años, por lo que todavía queda un gran camino por recorrer. La actual junta tiene la obligación de disminuir los gastos y mejorar otras fuentes de ingresos antes de finalizar el actual curso.
El problema que amenaza a Laporta
Dicha obligación de la directiva de Laporta tiene relación con el hecho de que en la 2023-24 el primer equipo tendrá que desplazarse hasta Estadio Olímpico Lluís Companys, ubicado en Montjuic. Los azulgranas deberán jugar temporalmente en ese feudo, debido a las construcciones del Espai Barça. El principal problema que trae esto es que el club percibirá menos dinero en concepto de venta de entradas, así como también otros negocios relacionados al Camp Nou.
Esto implica que el FC Barcelona dispondrá de un presupuesto menor, debido a las limitaciones que supone jugar en un estado como el de Montjuic. Ante esa situación, el presidente del club deberá tomar ciertas medidas para evitar otra temporada con números negativos, porque de lo contrario estaremos por entrar en el mismo caso del actual curso, en donde decidieron apostar por la venta de activos, como es el caso de un porcentaje de los ingresos por derechos de televisión y el 49,5% de Barça Studios.
La necesidad de subir los ingresos
Uno de los asuntos pendientes de Joan Laporta --y que pueden ayudar al problema anteriormente explicado-- es la búsqueda de nuevos patrocinadores. La crisis de la pandemia y la ausencia de referentes deportivos en el club motivaron a una fuga muy importante de sponsors en el Barça, lo cual ha representado una reducción en ese apartado de ingresos.
Hasta ahora, el dirigente ha conseguido firmar un acuerdo con la reconocida empresa de Spotify, que dará el nombre al estadio por varias temporadas, así como aparecer en la camiseta de los equipos masculinos y femeninos. Pero a partir de allí no se han logrado producir más avances. Todo apunta a que en el corto plazo se anunciará a un nuevo patrocinador para la manga de la indumentaria culé, aunque se esperaba a que fuera antes de comenzar oficialmente la temporada.
La presencia de la figura de Robert Lewandowski, al igual que los demás fichajes de gran peso --Koundé y Raphinha-- y los nuevos líderes del Barça --Ansu Fati, Pedri y Gavi--, deberían significar un impulso para elevar la marca del club en el apartado comercial. El equipo ahora cuenta con un magnetismo mucho más potente para atrapar a nuevos sponsors, pero dependerá de la habilidad de la directiva para sellar esos acuerdos que deben ser claves en la recuperación económica.
La reducción de los salarios
Otro de los asuntos que debe resolver la junta de Laporta antes de llegar al curso 2023-24 de Montjuic es la reducción de la masa salarial. Actualmente los gastos del FC Barcelona están aproximados a los 620 millones de euros, debido a los siete fichajes que se han incorporado en el reciente mercado de verano y la imposibilidad de reducir los sueldos de varios jugadores de la plantilla, entre ellos, el grupo de capitanes.
La sostenibilidad del Barça depende, en parte, por aniquilar definitivamente ese gasto en los desproporcionados sueldos de futbolistas como Gerard Piqué, Jordi Alba o Sergio Busquets. Hasta ahora no han podido avanzar en ese objetivo, debido a que los capitanes no han estado conformes con la propuesta de la dirigencia. Eso ha obligado a Laporta a dejar en stand-by dichas negociaciones y enfocarse en los casos de Frenkie de Jong y Ter Stegen. Cada caso es importante para la economía de la entidad culé y deberán solventarse antes de producir un gasto excesivo en la próxima temporada.