Parece que siguen habiendo los mismo problemas de seguridad en el entorno del Barça. Nada ha cambiado. El último afectado ha sido Robert Lewandowski, que ha visto como en menos de un mes le han intentado robar, sin pasar por alto el día que varios fans se amorraron sobre su descapotable.
Lewandowski se lleva el susto
El futbolista polaco fue víctima de un intento de robo cuando estaba firmando autógrafos desde su coche. En el momento de parar dos individuos le intentaron entrar en su vehículo para llevarse su botín.
El Barça debe tomar medidas todavía más drásticas para evitar este tipo de problemas. El club quiere seguir reforzando la seguridad, ya que a diario se están produciendo situaciones tormentosas en la Ciutat Esportiva. Evidentemente el Barça no tiene toda la culpa. Tal vez el ayuntamiento deba ofrecer más refuerzo de seguridad en esas zonas.
A todo esto hay que sumar la poca protección que tienen los jugadores cuando estos salen de entrenar. Son muchos los aficionados que se amorran a sus coches para intentar grabar lo que hay en el interior. Esto molesta mucho a los futbolistas, ya que se sienten acosados y con cierto temor a que alguien cometa una locura.
Joan Laporta tiene un problema con la seguridad del club. En apenas un año, la primera entidad deportiva de Cataluña ha tenido tres jefes: Xavier de las Moras, Ferran López y Lluís Venteo. El curso pasado comenzó con el asalto al coche de Ronald Koeman y continuó con el acoso que sufrió Samuel Umtiti. Este no ha empezado nada bien, ya que Lewandowski ha sufrido un robo.
En primer lugar, el ex técnico culé tuvo que sufrir durante varios minutos como un grupo de personas le increpaban en la salida de las instalaciones del Barça. El neerlandés iba con su mujer en el coche, mientras varios aficionados empezaron a golpear y escupir el coche mientras este intentaba avanzar poco a poco. Los insultos tampoco cesaron.
El error del Barça-Eintracht
Con el central francés pasó algo parecido, solo que este decidió bajar del coche para pedir respeto. El capítulo más sonado, sin embargo, fue la mala previsión del Barça con la presencia de 30.000 aficionados del Eintracht en el Camp Nou. “Hubo un error de cálculo”, reconoció Laporta.
“Todo se desbordó”, recalcó el máximo dirigente azulgrana. En su comparecencia ante los medios de comunicación, Laporta añadió: “Adoptamos medidas, pero fueron superadas y resultaron insuficientes. Hubo una mala praxis, es una evidencia”.
La seguridad del FC Barcelona está bajo sospecha. Los cambios introducidos por Joan Laporta desde que accedió a la presidencia han tenido un efecto bumerán en el club tras recortar el presupuesto que destinaba la entidad.
Los citados casos cuestionan la gestión de Lluís Venteo, quien relevó el pasado otoño a Ferran López, exnúmero 2 de los Mossos d'Esquadra que fue destituido por su perfil poco tecnológico y por su mala gestión en el último Barça-Real Madrid de Liga que se jugó en el Camp Nou, el pasado 24 de octubre.