Las adecuaciones salariales de dos de los pesos pesados de la plantilla, Gerard Piqué y Sergio Busquets, están paradas. Las negociaciones no están yendo como se esperaba en las oficinas del Camp Nou, y a día de hoy la opción de rebajar sustancialmente sus emolumentos --o bien diferirles el salario en varias temporadas-- para generar fair-play financiero se encuentra en el limbo.
Los contactos no están rotos, pero sí se han estancado y, a partir de ahora, todo depende de si el Barça presenta fórmulas diferentes que sí puedan convencer a los dos futbolistas. Retocar sus respectivos contratos para oxigenar la masa salarial de la plantilla es uno de los grandes objetivos del club para poder inscribir de forma inmediata a Jules Koundé, el único de los nuevos fichajes que aún no aparece como futbolista del FC Barcelona en los documentos oficiales de la Liga 2022-23. Desde el desencuentro de finales de la pasada semana, los representantes de ambos jugadores y del Barça no han vuelto a negociar.
Sin puntos de encuentro entre las partes
Piqué y Busquets quieren ayudar al club, pero entienden que ya hicieron un gran esfuerzo en el pasado y, pese a mostrarse propensos a un nuevo retoque, no desean perder dinero a la larga. Con el de Badía, el FC Barcelona propuso una ampliación de contrato por una e incluso dos campañas para poder diferir su salario. Sin embargo, los planes del jugador son poner punto final a su carrera azulgrana en junio de 2023 y marcharse a la MLS, donde espera coincidir con Leo Messi una vez éste finalice su vínculo con el PSG.
El agente de Busi, Josep Maria Orobitg, planteó la inclusión de una cláusula que le permitiera liberarse dentro de un año. Pero dicho planteamiento choca con los intereses del Barça, dado que la Liga obligaría a la entidad culé a provisionar y computar todo el pago del salario pendiente en un solo año. Se están buscando otras fórmulas, por tanto, que encajen a ambas partes. Para el de Badía sería el cuarto recorte y/o diferimiento económico.
El escenario de Gerard Piqué también es complicado, porque ya viene de un importante recorte a sus ingresos acordados para la pasada campaña y para la presente 2022-2023. El central no dudó en posicionarse para que el club pudiera obtener más margen salarial. Difirió buena parte de su salario y se pudo inscribir así a Memphis y a Eric García el año pasado. El jugador, representado por Arturo Canales, ha exigido garantías de cobro que el club tampoco le habría dado al cien por cien. Crece la desconfianza en su entorno, por tanto, respecto a las estrategias planteadas por Laporta.
Vender a futbolistas, alternativa directa
Actualmente la situación es la que es, y ante el estancamiento de las negociaciones el Barça da más importancia, para inscribir a corto plazo a Koundé, a la venta de futbolistas que siguen en la casilla de salida. Frenkie de Jong, Memphis Depay y Sergiño Dest son los tres jugadores en discordia, aunque también saldrán cedidos, presumiblemente, Abde Ezzalzouli y Alejandro Balde. Este último, siempre y cuando aterrice en la plantilla Marcos Alonso como relevo directo de Jordi Alba. Pasan los días, por tanto, y todo sigue en el aire.