Desde que ascendió de nuevo al trono del FC Barcelona, la junta de Laporta intenta quitarse de encima la losa económica que lleva arrastrando el club desde hace algunos años. La crisis del coronavirus agravó notablemente una situación que, en los últimos meses, la directiva está resolviendo a base de esfuerzo, sacrificio y algo de improvisación obligada.
Ahora se ha sabido que la junta actual ve indicios de criminalidad en cuatro renovaciones que firmó la anterior directiva en octubre de 2020. Por aquel entonces, se renovó a Gerard Piqué hasta 2024, a Ter Stegen hasta 2025, a Clément Lenglet y Frenkie de Jong hasta 2026. Todo ello, a cambio de que se rebajasen el salario de forma inmediata, aunque luego recuperarían --e incluso mejorarían-- sus emolumentos en los años venideros.
Una losa que el Barça no quiere asumir
Siete días después de firmar, el máximo mandatario de la entidad blaugrana hizo pública su dimisión en el cargo. A la hora de renovar los contratos, la junta de Bartomeu defendió que las modificaciones suponían un ahorro salarial inmediato de entre 16 y 18 millones de euros; además de un ahorro de 15 millones más por las amortizaciones de cada uno de los vínculos contractuales.
Desde RAC1, sin embargo, aseguran que esas cuatro renovaciones suponen un sobrecoste salarial de 311 millones de euros a largo plazo. Al parecer, los futbolistas afectados --menos Piqué-- prácticamente duplicaron su sueldo en los años posteriores al retoque contractual. Así se comprometieron estos 311 millones en salarios futuros, un hándicap que la actual junta de Laporta quiere quitarse de encima como sea.
Negociaciones abiertas con los jugadores
El Barça pretende que estos contratos queden sin efecto, y que los cuatro jugadores involucrados vuelvan a las condiciones en las que estaban antes de firmar estas renovaciones. En el caso de Gerard Piqué, ya hay acuerdo para que así sea. Con los tres jugadores restantes, se sigue negociando para llegar a un acuerdo que oxigene económicamente al club en términos salariales.
Si los implicados no entran en razón y se oponen a deshacer lo firmado, el FC Barcelona no descarta llevar el caso a la Fiscalía, al apreciar indicios delictivos de administración desleal. Algo que no se concibe por parte de la anterior junta de Bartomeu, defendiendo que las cosas se hicieron correctamente y que, en ningún caso, se actuó de forma ilegal ni perjudicial para la entidad.
Sea como sea, la cruzada sigue vigente. Laporta y sus directivos, en cualquier caso, son optimistas a la hora de llegar acuerdos a lo largo de los próximos días con los jugadores en cuestión. De esta forma, se favorecerá además la inscripción de los nuevos fichajes antes de una fecha marcada en el calendario: el sábado 13 de agosto, cuando el Barça recibirá al Rayo Vallecano en la primera jornada de la Liga 2022-23.