El verano del 2022 ha sido de muchos movimientos económicos para el FC Barcelona. La entidad presidida por Joan Laporta ha logrado inyectar una importante suma de capital a partir de la venta de activos, las cuales son conocidas comúnmente como las palancas. Dichos ingresos han dado vuelo a la planificación deportiva para el equipo de Xavi Hernández, que ha podido sumar hasta cinco jugadores nuevos: Christensen, Kessié, Raphinha, Lewandowski y Koundé. Si bien esto supone un esfuerzo por parte de la directiva para tratar de competir de manera inmediata, también representa que la masa salarial se ha vuelto a disparar.
620 millones en masa salarial
Las informaciones apuntan a que el Barça, a partir de las nuevas incorporaciones, destinará hasta 620 millones de euros para el pago de salarios del primer equipo y las amortizaciones. Una cifra que supera por mucho a la cantidad a los 560 millones que tenían al cierre del curso anterior, según las palabras de Eduard Romeu, vicepresidente del área económica. Es importante destacar que se han invertido 240 millones en fichajes, entre pagos fijos y variables, desde que llegó Xavi al banquillo.
Fuentes de la entidad azulgrana detallan que esperan contar con un límite de 680 millones para la masa salarial de la nueva temporada. Al menos así lo consideran tras enviar la documentación pertinente a la Liga. Aunque en las últimas horas ha circulado que la patronal, dirigida por Javier Tebas, va a poner algunas trabas con los nuevos ingresos del Barça. El organismo regulador del fútbol español no va a contabilizar la plusvalía que ha auditado el club con la activación de las palancas, que le aseguraban una inyección de 767 millones de euros --incluyendo las plusvalías--, pero que solamente van a tomar en cuenta aproximadamente 500 millones. Una situación que perjudica, momentáneamente, los planes de la junta para el registro de los fichajes y de los futbolistas ‘renovados’, como Dembelé y Sergi Roberto.
Por esa razón, Laporta mantiene en la recámara la cuarta palanca, la cual corresponde a la venta del 24,5% de Barça Studios y que representaría hasta 100 millones extras para las arcas del club. Esa cantidad es lo que permitiría incrementar el límite para la masa salarial y así inscribir a los jugadores anteriormente mencionados. El objetivo es solventar toda la problemática antes de disputar el primer partido de la Liga, que será el 13 de agosto contra el Rayo Vallecano.
Los planes para reducir la masa salarial
Uno de los grandes motivos por los que los gastos de la masa salarial se han vuelto a disparar es por los pocos movimientos que se han dado en la famosa ‘operación salida’. Hasta ahora, el FC Barcelona ha logrado desprenderse de ocho jugadores --del primer equipo y filial--, pero pocos tienen un impacto real en la economía de la entidad azulgrana. Solamente Lenglet, cedido al Tottenham, es el que puede considerarse como un traspaso de peso. En la lista de esperan se encuentran futbolistas como Neto --cerca de marcharse a la Premier League--, Martin Braithwaite y Umtiti, que sigue sin haber avances en las recientes semanas.
Por otro lado, la directiva de Laporta también considera necesario seguir reduciendo los salarios más importantes de la plantilla, siendo este el caso del grupo de capitanes. En la actual semana ya han organizado un encuentro con Sergio Busquets y Gerard Piqué para hablar de una nueva rebaja de sus sueldos, al que también se deberá sumar Jordi Alba. Fuera de las vacas sagradas hay que tomar en cuenta el caso de Frenkie de Jong, cuyo futuro es una incógnita, debido a que el Barça espera que se reduzca drásticamente su salario o acepte una oferte para salir en este verano.
Con todos esos movimientos, que serán progresivos a lo largo de las siguientes semanas, el FC Barcelona espera llegar en un futuro a una masa salarial que pueda estar posicionada en los 400 millones de euros. Esa es una meta que fue establecida por el propio Eduard Romeu durante una entrevista en RAC1, en donde explicó que esos gastos son los que se llevan a cabo en el Real Madrid. Mucho trabajo por delante para la junta actual, que ahora tendrá que disminuir 220 millones para alcanzar ese objetivo.