El Barça de Laporta acumula un déficit de 150 millones en este mercado de fichajes

Lo que parecía que sería un verano tranquilo para el Barça se ha convertido, en cambio, en uno de los más movidos de su historia reciente. Joan Laporta no engañó a nadie cuando aseguró, poco después de regresar a la presidencia, que su idea era confeccionar una plantilla capaz de luchar por todos los títulos. Pese a la dura realidad económica y financiera que se encontró, la junta laportista se las ha ingeniado para ingresar 650 millones de euros en apenas un mes y, en consecuencia, aprovechar parte del montante para reforzar el equipo de Xavi.

Lo del pasado mercado invernal fue sólo un anticipo. Se pagaron 55 millones de euros más 10 en variables por Ferran Torres, al tiempo que se inscribió a Dani Alves y Pierre-Emerick Aubameyang --liberados de contrato por sus equipos anteriores-- y se gestó la cesión de Adama Traoré. El tiempo ha demostrado que esos refuerzos, unidos a la llegada de Xavi Hernández al banquillo, fueron un acierto. De la novena posición en Liga se terminó en la segunda, y aunque los blaugrana no ganaron títulos, al menos se logró el objetivo de volver a competir, plantar cara y devolver la ilusión a buena parte del barcelonismo con un recital en el Bernabéu.

Fichajes por arte de magia

Este verano, Laporta ha decidido subir aún más el nivel. La cesión de un 25% de los derechos audiovisuales a Sixth Street, de cara a los próximos 25 años, ha sido un truco de magia que el resto de grandes clubes de Europa no esperaban. Algunos técnicos, como Thomas Tuchel (Chelsea) o Julian Nagelsmann (Bayern Múnich) ya han mostrado su incredulidad ante los medios de comunicación. ¿Cómo puede ser que un equipo que parecía en bancarrota esté gastando tanto dinero en fichajes? Algunos dirán que el fin no justifica los medios, pero el caso es que Laporta lo ha conseguido.

Si en cuestión de horas se confirma el fichaje de Jules Koundé a cambio de 50 millones de euros más 10 en variables, el FC Barcelona habrá gastado un total de 175 millones en fichajes este verano. 58+7 por Raphinha, 45+5 por Robert Lewandowski y los ya citados 50+10 por el prometedor defensor del Sevilla. Además de ellos, Franck Kessié y Andreas Christensen llegaron con la carta de libertad al terminar vinculación con AC Milan y Chelsea, respectivamente, y la parcela deportiva consiguió acordar también una extensión de contrato con el entorno de Ousmane Dembelé, hasta el 30 de junio de 2024.

Joan Laporta y Raphinha posan en la presentación del crack brasileño / FCB

Joan Laporta y Raphinha posan en la presentación del crack brasileño / FCB

Un balance desequilibrado

El desgaste económico que está sufriendo el Barça en el capítulo de fichajes, sin embargo, no está siendo compensado con ingresos por traspasos. El balance en este aspecto, de hecho, deja un déficit de 150 millones de euros. Porque cierto es que la entidad culé está dando salida a varios jugadores, pero por ahora tan sólo ha logrado recibir dinero por dos de ellos: 20 millones del Aston Villa por Philippe Coutinho, y 5 más del Brujas por Ferran Jutglà.

Los otros tres futbolistas que han abandonado la plantilla, de momento, no han generado ingresos inmediatos para las arcas del Camp Nou. Rey Manaj se marchó traspasado gratis al Watford, pero con un porcentaje sobre una posible venta. Por otra parte, Moussa Wagué se fue de la misma forma que Manaj, pero en su caso al HNK Gorica de la liga croata. Por último está el caso de Francisco Trincao, joven extremo a quien el FC Barcelona ha cedido al Sporting de Lisboa, con una opción de compra que no es obligatoria. Operaciones, en definitiva, que no generan un gran beneficio.

La sonrisa de Laporta y Lewandowski, en la presentación del polaco en Miami / REDES

La sonrisa de Laporta y Lewandowski, en la presentación del polaco en Miami Redes

Laporta y un dogma peligroso

La parcela deportiva de Mateu Alemany, Jordi Cruyff y Rafa Yuste ha echado humo en las últimas semanas, pero de aquí al 31 de agosto aún queda mucho trabajo por hacer. Deben salir de la plantilla jugadores con los que Xavi no cuenta, como son Braithwaite, Mingueza, Umtiti, Riqui Puig y Neto. Puede que lo hagan también Collado y Pjanic, en el caso de que finalmente no tengan sitio en la primera plantilla. Pero da la sensación de que el Barça difícilmente podrá equilibrar el balance de ingresos-gastos del presente mercado estival. Eso, a menos que salgan Frenkie de Jong y Memphis Depay, con cartel mediático en las grandes Ligas, y dejen alrededor de 100 millones en las arcas.

El club mantiene abiertos diversos frentes en cuanto a negociaciones se refiere, y tiene más de un mes de margen para abordar la situación de aquellos jugadores cuyo futuro es una incógnita. Veremos si, a la vuelta de la expedición culé de Estados Unidos, se aceleran algunos de los casos pendientes. A día de hoy, Laporta ha conseguido uno de sus objetivos: correr un tupido velo para que el barcelonismo se olvide de los números y se contente, cada vez más, con un equipo plagado de estrellas emergentes. Los millones en el campo y no en el banco, que dirían algunos. Laporta está acogiendo esa frase hecha como un dogma.