Neymar Júnior se tendrá que volver a sentar en el banquillo de los acusados. Pero no lo hará solo. Sus padres y los expresidentes del FC Barcelona Sandro Rosell y Josep María Bartomeu también están citados como acusados en el juicio oral que se celebrará en la Audiencia Provincial de Barcelona del 17 al 31 de octubre, como ya expuso Culemanía hace un año. Todos ellos, así como un exdirectivo del Santos, están acusados de cometer un delito de corrupción entre particulares y otro de estafa con el fichaje del crack brasileño que firmó el Barça en 2011 y se presentó oficialmente durante el verano de 2013.
Dos años de cárcel y multa de 10 millones
La Fiscalía, en sus conclusiones provisionales, pide dos años de prisión y 10 millones de euros de multa para el crack brasileño en el conocido como Caso Neymar 2, según publica este miércoles el diario El País. Este se diferencia del Caso Neymar original, que ya fue concluido, después de que el Barça asumiese la culpabilidad como club, abonando una multa de cinco millones de euros y manchando el historial de antecedentes penales de la institución en tanto que persona jurídica.
El juicio se celebrará a partir del 17 de octubre, un mes antes de que empiece el Mundial de Qatar, en siete sesiones. Los procesados se enfrentan a penas de cárcel por dos delitos de corrupción entre particulares y estafa por contrato simulado en las negociaciones que, entre 2011 y 2013, culminaron en el traspaso de Neymar rumbo al Camp Nou. El FC Barcelona figura como persona jurídica y la Fiscalía le reclama el pago de 8,4 millones de euros.
El origen del 'Caso Neymar 2'
El caso se inició tras una denuncia del fondo de inversión DIS Esportes e Organizaço de Eventos LTDA, que tenía el 40 % de los derechos federativos de Neymar y que se sintió estafado, a su juicio, al no haber cobrado todo lo que debía por el fichaje del futbolista al FC Barcelona cuando Rosell era presidente y Bartomeu vicepresidente deportivo.
La firma era propietaria del 40% los derechos federativos del jugador cuando militaba en el Santos de Sao Paulo, desde donde llegó a Barcelona. Los había adquirido en 2009, cuando el delantero apenas tenía 17 años, por un precio equivalente a unos dos millones de euros. DIS, que pertenece al Grupo Sonda -un conglomerado con supermercados, gasolineras e inmobiliarias que en Brasil emplea a más de 10.000 personas- considera que fue víctima de un engaño urdido por el jugador, sus familiares y el Barça y reclama una indemnización de más de 150 millones de euros.
La Federación de Asociaciones de Deportistas Profesionales de Brasil, que se suma a DIS en la acusación particular, considera que sus derechos, consistentes en un porcentaje de los derechos de traspaso, fueron igualmente vulnerados por los acusados.
DIS y la Fiscalía mantienen un relato muy similar sobre lo ocurrido y consideran que en 2011 el jugador y su padre, Neymar da Silva Santos, firmaron dos contratos simulados con el Barça al tiempo que obviaban que los derechos del futbolista pertenecían al Santos y a DIS. Uno de esos contratos, por 40 millones, sirvió presuntamente para atar el fichaje antes de que quedara libre en el mercado y se hizo, supuestamente, a espaldas de los afectados.
El Fiscal pide cinco años para Rosell
La Fiscalía, en sus conclusiones provisionales, pide dos años de prisión y 10 millones de euros de multa para Neymar, que actualmente es jugador del PSG francés, y cinco años de cárcel para Sandro Rosell. También solicita dos años de prisión para el padre de Neymar y uno para su madre, ambos como presuntos autores de delitos de corrupción en los negocios, el mismo que le imputa al hijo, y una multa de 1,4 millones de euros para la empresa familiar N&N. DIS, por su parte, eleva la petición a cinco años de cárcel y solicita que se inhabilite al jugador, durante el mismo periodo de tiempo, para jugar a fútbol. También pide cinco años para sus padres.
La investigación se inició en la Audiencia Nacional, pero ha acabado recayendo en la Audiencia de Barcelona después de un tortuoso periplo judicial que ha alargado la resolución del conflicto. El juicio por los delitos de corrupción entre particulares y estafa se celebra en siete sesiones hasta el 31 de octubre y supone un nuevo golpe para el Barça a propósito del caso Neymar.
Rosell y Bartomeu, en la picota
El juicio de octubre vuelve a poner en la picota a los dos expresidentes del Barça. Tras permanecer 21 meses en prisión provisional por el presunto blanqueo de comisiones con partidos amistosos de la selección brasileña, Rosell fue absuelto en 2019. No fue, sin embargo, el final de sus problemas legales. El expresidente afronta una petición de dos años y nueve meses de cárcel por defraudar más de 230.000 euros a Hacienda en 2012 a través de una empresa de su propiedad. Y el asunto Neymar vuelve a cercarle ahora: la Fiscalía pide para él cinco años de cárcel, aunque DIS eleva la petición a ocho años.
En el juicio de octubre, solo DIS pide cárcel para Bartomeu (también ocho años) porque la Fiscalía considera que no hay pruebas de que, como vicepresidente en 2011, conociera que se estaba llevando a cabo una negociación para el fichaje a espaldas del Santos.