El interés por el fútbol femenino ha incrementado con el pasar de los años. En España la tendencia es demoledora, en especial por los récords de audiencia que se marcaron tanto el Barça Femenino como la selección española. Justamente la entidad presidida por Joan Laporta quiere aprovechar ese impacto de la sección femenina con la disputa del clásico en Estados Unidos, que este fin de semana será el escenario del amistoso contra el Real Madrid en Las Vegas.
Así lo ha explicado el director del área comercial de la entidad culé, Sergi Ricart, en declaraciones al portal SportBusiness. La idea todavía sigue en fase embrionaria, pero la intención es totalmente clara en llevar el clásico femenino a un terreno de tanto potencial económico como Estados Unidos. Justamente dicho país se caracteriza por ser uno de los referentes en términos de desarrollo del fútbol femenino, lo que ha permitido que su selección pueda consolidarse como una de las más exitosas, tanto por los títulos obtenidos como por las referentes mundiales.
Las giras por el territorio norteamericano suponen un plan clave en las pretemporadas de equipos como el FC Barcelona o el Real Madrid, debido a que consiguen un ingreso extra con los compromisos que disputen en dichas semanas. La idea de llevar al equipo femenino va en esa misma línea, tomando en cuenta que el Barça Femenino ha logrado una enorme repercusión internacional con los diferentes récords que han roto en el curso anterior.
¿Un nuevo récord de asistencia?
Cabe recordar que el elenco de Jonatan Giráldez logró romper, de manera seguida, el récord de asistencias de un partido de fútbol femenino. La primera vez fue justamente contra el Real Madrid --91.553 espectadores-- en los cuartos de final de la Champions League, mientras que la segunda fue contra el Wolfsburgo --91.648 espectadores-- en las semifinales del mismo torneo continental. En ambos compromisos se vivió una fiesta total en las gradas del Camp Nou, que mostraron su entusiasmo con el la sección femenina.
La anterior marca pertenecía al Rose Bowl --90.195 espectadores--, que fue la sede de la final del Mundial de 1990 entre China y Estados Unidos. De confirmarse el clásico femenino en el territorio norteamericano, existirá la posibilidad de romperse un nuevo récord de asistencia, aunque dependerá del estadio que vaya a albergar ese futuro enfrentamiento entre los dos equipos.