María Teixidor entró en la junta directiva del FC Barcelona en 2015, de la mano del entonces presidente Josep Maria Bartomeu. Sus padres eran amigos directos de su familia, por lo que siempre hubo una relación estrecha. Así fue, al menos, hasta que se sintió traicionado por el motín que se urdió contra él. Ahora, tras no haber sido elegida como presidenta de la Liga femenina, María Teixidor ha concedido una entrevista en La Vanguardia en la que ha hablado sobre su trabajo en la junta anterior, defendiendo en parte la gestión de Bartomeu.
La principal razón de su dimisión fue la polémica del Barçagate, la gota que colmó el vaso. "Fuimos unos cuantos. Lo hicimos por unos hechos que son públicos, por ejemplo por el llamado Barçagate. Los efectos de la pandemia además nos abocaban a una situación catastrófica si no se tomaban unas medidas drásticas que quienes formábamos parte del área económica y jurídica veíamos imprescindibles", explica la exdirectiva azulgrana, que en aquel momento presidía la comisión de control y transparencia.
Pese a su forzada marcha, Teixidor no cree que todo se hiciera mal durante el mandato de Bartomeu, ni mucho menos. "Por los contratos de los jugadores la herencia es complicada, no lo vamos a negar, pero la frase de Laporta es excesiva. La herencia es global, y nunca se computa ahí al Barça femenino, ni tampoco se dice que si hoy se activan las famosas palancas es gracias al patrimonio generado por nuestra junta", recuerda.
Las palancas, gracias a Bartomeu
"BLM y Barça Studios son proyectos que permiten aprovechar las oportunidades comerciales con una gestión directa del merchandising. También con nuestra junta se alcanzó el valor máximo histórico de ingresos", deja claro María Teixidor, poniendo de manifiesto lo mucho que ha crecido el club en valor de marca durante los últimos años. "Por eso la marca Barça aún hoy tiene fuerza para lograr buenos patrocinadores, inversores, partners... hay que ser más cuidadoso. No todo puede servir de excusa", replica, atribuyendo también parte de culpa a la pandemia.
"Fue un polvorín inesperado, rompió dinámicas económicas en todo el mundo. Obviar ese contexto para señalar a una única persona como mal del Barça es excesivo", destaca la empresaria y abogada catalana, que también se pronuncia sobre algunas de las decisiones que ha tomado Laporta para sanear las cuentas en los últimos meses. En relación a la venta de parte de los derechos de televisión, piensa que la actual junta presidida por Joan Laporta debería haber encontrado una solución algo más imaginativa.
"A corto plazo será positivo si ayuda en un momento de dificultad. Pero un acuerdo que cierras el último día te da una posición de menos fuerza. Creo que Sixth Street ha hecho un buen negocio. Si los beneficios por temporada por derechos de televisión oscilan entre los 250 y los 300 millones y calculas el 10 por ciento por 25 años... Te estás hipotecando", asegura Teixidor. "Estás vendiendo activos patrimoniales, ingresos que pierdes en el curso del tiempo. Hay que ser más creativo", hace hincapié.
Remar todos en la misma dirección
No le acaba de convencer, de hecho, la improvisación a la que se está acostumbrando Laporta en el trono azulgrana. "Se hizo bandera en las elecciones de un equipo ejecutivo y cinco meses después fue fulminado. A mí me ha costado de entender", reconoce, echando de menos también que no se hayan dado más detalles sobre el acuerdo con Spotify. "Es una empresa actual, un buen partner. Hay un campo conjunto por explorar para las dos marcas, pero desconozco los detalles porque no nos los dieron".
Pese a todo, coincide en la misma línea que Víctor Font al buscar un escenario de concordia y cooperación entre la directiva actual y sus adversarios electorales. "Hay que superar esta guerra de bandos en la que estamos instalados, pasar a un escenario colaborativo. Lo contrario perjudica al club. Entra un nuevo equipo y lo borra todo. Prefiero la generosidad, sumar... el club necesita continuidad. El mundo está cambiando. Creo mucho en una manera diferente de liderar, se habla de la feminización de la gestión", defiende. Con todos remando en la misma dirección, el Barça recuperará la velocidad de crucero mucho más rápido.