El problema económico del FC Barcelona no tiene fácil solución. Precisamente porque no es un problema, sino una combinación de varios factores. Hace alrededor de cuatro meses, Eduard Romeu recordó que el Barça sufre una deuda acumulada de 1.350 millones de euros. Una cantidad de la que se extraen 389 millones que corresponden a sueldos diferidos que aún deben abonarse a diversos futbolistas.
Lo más sorprendente de todo es que algunos de ellos ya ni siquiera forman parte de la plantilla, aunque esa es otra cuestión. "Sin hacer demasiados números, cabe mencionar que 389 millones de estos 1.350 son relativos a sueldos en diferido de jugadores. Son contratos crecientes, en los que se cobra por el propio cumplimiento del contrato", explicó el vicepresidente del área económica, destapando así un antiguo truco que usó Bartomeu en la junta anterior.
389 millones de salarios diluidos
"Eso son unos millones que en realidad no son variables, sino que se dan como variables para cumplir un ratio y también con las cifras determinadas que marcan los reguladores. Pero esto, en definitiva, es hacer trampa", señaló Romeu. Desde que la pandemia distorsionó la realidad económica del FC Barcelona y de todo el fútbol europeo, el Barça ha negociado con sus futbolistas del primer equipo hasta tres rebajas salariales. Alguna de ellas no fue una reducción, sino más bien una prórroga para diferir su sueldo y hacer más llevadera la contabilidad culé.
En enero de este mismo año, sin ir más lejos, Mateu Alemany y Laporta pudieron inscribir a Ferran Torres, Aubameyang, Dani Alves y Adama Traoré --los cuatro fichajes de invierno-- gracias en parte al acuerdo que alcanzaron para renovar a Samuel Umtiti a cambio de diferir el año que le quedaba de contrato en tres años más. El francés, de esta forma, se rebajó el 10% del salario pendiente de cobro hasta junio de 2023 y lo cobrará diluido hasta 2026, en unos plazos mucho más cómodos para las arcas del Camp Nou.
Se trata de una estrategia que funciona para casos concretos como el recién mencionado, pero que en otros aspectos no deja de ser un parche peligroso. Alrededor de 122 kilos se habrían prorrogado durante los primeros meses del coronavirus, cuando más afectó a las arcas culés. La antigua junta negoció con los mejor pagados de la plantilla esa prórroga de parte de sus nóminas, a fin de abonar ese dinero en los próximos cuatro años.
Leo Messi, un pozo sin fondo
Además de esos 122 millones de euros, unos 50 millones extra, correspondientes a los variables de los contratos, fueron prorrateados para ser abonados a tres años vista. Llama la atención que, de todo el montante que aún se debe pagar a los jugadores, Leo Messi sigue siendo uno de los que más dinero tiene que percibir de parte del FC Barcelona, aunque casi se haya cumplido un año de su turbulenta salida rumbo a París.
Entre la cantidad de sueldo que tiene diferido con el club y el bono de fidelidad --39 millones de euros-- que no se le pagó en su día, el Barça tendría con el astro argentino una cuenta pendiente de unos 70 kilos, algo de lo que Culemanía ya informó en su momento. Según lo estipulado en el contrato que firmaron Messi y el Barça en 2017, La Pulga iba a recibir un bono de fidelidad pagado en dos partes. La primera mitad se pagó en 2020 y el segundo cobro aún se encuentra pendiente, a la espera de saber cuándo será abonado, y si finalmente será así.
Laporta activará una nueva rebaja
Mientras tanto, Joan Laporta ya ha expresado su voluntad de reunirse de nuevo con los pesos pesados de la plantilla para volver a reducir sus emolumentos, en la que sería ya la cuarta rebaja salarial en los últimos años. Los capitanes Gerard Piqué, Sergio Busquets y Jordi Alba serían los más afectados al ser los que más cobran de la plantilla --actualmente el club ya les debe un total de 80 millones sólo a lo tres--, junto con Ter Stegen y Frenkie de Jong, con la voluntad de recortar un 28% de la actual masa salarial.
Piqué aún debe cobrar 80 millones brutos en las próximas dos temporadas, contando un bonus extra que también tendrán Sergio Busquets --su salario es de 24 millones brutos-- y Jordi Alba --unos 20 kilos--. El cuarto capitán del equipo, Sergi Roberto, percibía hasta ahora 10 millones brutos anuales, cantidad que se reducirá hasta unos 4 millones en el próximo curso tras la última renovación que ya ha firmado oficialmente.
Y es que actualmente el FC Barcelona sufre como desgaste una masa salarial de 560 millones de euros, 160 millones más que la del Real Madrid y 260 kilos más que la del Bayern Múnich. Algo que le impedirá inscribir a sus nuevos fichajes a no ser que se reduzca en los próximos meses, cumpliendo así con los límites establecidos por el Fair-Play financiero de la Liga. Queda mucho trabajo por delante, y las reuniones con la plantilla podrían destapar nuevas tensiones. Algunos componentes del club tendrán vacaciones este verano... Pero Laporta, Alemany la cúpula directiva, seguro que muy pocas.