El FC Barcelona firmará una hipoteca muy pronto. La junta directiva de Joan Laporta ya ha convocado una asamblea extraordinaria para que el próximo 16 de junio se pronuncien los socios sobre la posibilidad de activar palancas económicas que simbolizan pan para hoy y hambre para mañana. El Barça está en crisis y para salir de ella necesita liquidez inminente que ayude a revertir las pérdidas --este ejercicio rondarán los 120 millones si no se activan las palancas--, el patrimonio neto negativo --450 millones a los que habría que sumar las nuevas pérdidas de este curso-- y enjugar una deuda que bordea peligrosamente los 1.500 millones de euros (sin contar el Espai Barça). 

A menos que los socios voten en contra, habrá hipoteca. Pero está por ver qué parcela de ingresos hipotecará el club. Hay tres posibilidades y cinco palancas sobre la mesa: Barça Licensing and Merchandising (BLM), Barça Studios y derechos audiovisuales. Esta última opción, la más suculenta de todas para las financieras, cuenta con tres alternativas: la de CVC, la de Goldman Sachs, y la de All Sports Finance (Sports Fi). Sea como fuere, la entidad catalana parece destinada a ceder temporalmente una parte de sus derechos audiovisuales. Pero no del total, solamente de los procedentes de la Liga, unos 170 millones de euros anuales. El mandato que ha solicitado Laporta a los socios pasa por aprobar una cesión máxima del 25% de esa cantidad. 

Los porcentajes no engañan. Las matemáticas dicen que si el total de ingresos se mantiene en 170 millones y el Barça llega a ceder un 25% anual estará dejando de ingresar 42,5 millones de euros cada año. Si la cifra procedente de la Liga aumenta, como previsiblemente se espera que ocurra a futuro, también ese porcentaje de cesión sería más elevado. 

 

Las últimas informaciones, no obstante, sugieren que el Barça intentará evitar la cesión del 25% de los derechos televisivos de entrada. Por el momento, la opción de CVC exige la cesión del 10% a 50 años. Es decir, 17 millones por temporada que en 50 temporadas supondrían un total de 850 millones de euros. Eso, a cambio de ingresar ahora 270 millones. La diferencia salta a la vista y hace daño a los ojos, pero es la vía rápida de obtener liquidez ahora para poder fichar a Lewandowski, entre otros, en verano. 

540 millones ahora a cambio de 1.700 en 50 años 

La nueva vía a través de CVC está por definir todavía pero contemplaría un acuerdo paralelo de otros 270 millones por otro 10% anual. Esto, en números, son otros 17 millones al año que, sumados a los anteriores, supondrían un coste total para el club de 1.700 millones en 50 años (34 kilos al año). Eso a cambio de recibir 540 millones este mismo verano

Joan Laporta, junto a las cinco palancas económicas del Barça / CULEMANIA

Joan Laporta, junto a las cinco palancas económicas del Barça / CULEMANIA

Hay teorías que sugieren un porcentaje ligeramente inferior si se quitan los gastos operativos sobre el total facturado o si el cálculo se hace sobre el beneficio neto en lugar de hacerse sobre la facturación. Tal vez ello podría suponer un ahorro de un 5% del total (entre 80 y 100 millones), aunque tampoco sería muy significativo en tan extenso número de años. El coste final quedaría en torno a los 1.600 millones en todo caso, es decir, tres veces más de lo que se ingresaría de inmediato. 

Preguntas sin respuesta (aún) 

La pregunta es la siguiente: ¿Se puede permitir el Barça estar 50 años renunciando a 34 o 42,5 millones por año? Es un fichaje menos por temporada. ¿Vale la pena asumir el riesgo y cobrar ahora 540 millones a cambio de pagar 1.700 a largo plazo? ¿Conducirá esta venta de activos a la conversión del Barça en Sociedad Anónima Deportiva