Malas noticias para la Liga. La patronal del fútbol español, presidida por Javier Tebas, ha vuelto recibir una cachetada de realidad por parte de la Premier League. Se trata de una competición que sigue marcando diferencias en el continente europeo, sobre todo por el poderío económico de la mayoría de sus integrantes. A pesar de los intentos de la Liga por estabilizar la salud financiera de los clubes, a partir de un riguroso fair play, la realidad es que esto sigue les sigue alejando en esa competencia con la liga inglesa, que sigue haciéndose con las grandes figuras del mercado.
Los clubes españoles, atados de mano
No todos atraviesan esa misma situación, pero es claro que la mayoría de los clubes en España se están viendo limitados por su planificación deportiva con el objetivo de no quebrar las normativas financieras impuestas por la Liga. El caso más reciente lo han protagonizado el Atlético de Madrid y el Sevilla, que han estado a merced de un Aston Villa que culminó de decimocuarto en la temporada. Los colchoneros no pudieron fichar a Boubacar Kamara, aunque lo tenían casi atado; mientras que el club andaluz tuvo que vender a Diego Carlos (30 millones de euros), uno de los mejores centrales de la 2021-22.
No es sorpresivo que los equipos de la Premier League hagan fichajes procedentes de la liga española, el problema es que esa dinámica está afectando hasta conjuntos que van a la Champions League, como son los anteriormente mencionados. El Aston Villa, a pesar de no ser parte de esa zona alta de la competición, consiguió hacerse con dos jugadores que deberían apuntar a disputar torneos continentales. Sin dejar de lado que dicho club recientemente cerró la incorporación de Coutinho, un futbolista que hace poco tiempo ganó un título europeo.
Esa flexibilidad del fútbol inglés está dejando en evidencia a la patronal presidida por Tebas. Es evidente que es necesario contar con unas normativas financieras, en especial por el complicado panorama post-pandemia. Pero la Liga no está dando más alternativas o herramientas a los equipos, que se ven obligados a vender o prescindir de ciertos fichajes. El caso del FC Barcelona es el más contundente, tomando en cuenta sus grandes problemas económicos, pero es importante mencionarlo porque está llegando al punto de verse en la necesidad de vender activos que son fundamentales en la entidad.
La oportunidad pérdida por la Liga
La gran diferencia entre las dos competiciones se puede explicar, en parte, a su forma de repartir los ingresos. La patronal del fútbol español tuvo una enorme oportunidad en sus manos cuando el torneo tenía a Cristiano Ronaldo y Lionel Messi como sus principales figuras. El FC Barcelona y el Real Madrid atraían con facilidad a las grandes estrellas del mundo, por lo que el interés de las personas en ver el torneo se hizo más grande. Esas ganancias pudieron haber fortalecido al resto de equipos, con el objetivo de ofrecer una pelea más justa. Pero lo que terminó haciendo fue agrandar más las distancias entre equipos grandes y pequeñas. En ese duopolio se unió el Atlético de Madrid, pero sin el mismo músculo que sus rivales.
Mientras que en la Premier League apostaron por vender su producto de una manera más atractiva y consiguieron distribuir exitosamente sus ingresos televisivos. Un ejemplo de ello lo tenemos con la temporada 2020-21, en donde el equipo español que menos recibió fue el Hueca con 46,8 millones de euros, mientras que el elenco inglés fue el Sheffield United que pudo percibir 97 millones de libras. Una diferencia abismal que complica mucho la estabilidad a medio-largo plazo.
Actualmente la Liga ha dado pasos interesantes, sobre todo por la millonaria venta de los derechos audiovisuales que permite elevar levemente los ingresos a los respectivos clubes y sus decisiones que han mejorado su valor como marca. Pero el camino es largo y la inflexibilidad no está permitiendo recortar esa diferencia contra su competidor. Todo apunta a que más estrellas seguirán optando irse al fútbol inglés si la situación no cambia radicalmente.