Se llenan la boca con su amor al club. Con su barcelonismo de cuna y el orgullo que supone vestir la camiseta del FC Barcelona. Con el honor y grandeza que representa jugar para el Barça. Al mismo tiempo, ponen sus intereses económicos por delante de la estabilidad de una entidad que necesita prescindir de ellos para oxigenarse y empezar una nueva era. Aportan conocimiento y experiencia, pero ya no contagian la garra ni el espíritu competitivo de antaño, el que se exije al club. Se han acostumbrado a derrotas humillantes y muchos culés piensan que deberían dejar paso a líderes más jóvenes que tomen el timón.
Gerard Piqué, Sergio Busquets y Jordi Alba han tocado la gloria y escrito su nombre en la historia del club con letras doradas. Sin embargo, cuantos más años pasan, más manchan un currículo que durante casi una década restó inmaculado. Aquí no se cuestiona su calidad, ni su compromiso deportivo. Son leyendas del Barça. Sin embargo, se han convertido en una hipoteca para un club que requiere de un saneamiento urgente. Mientras sigan en el vestuario, no será posible que los nuevos líderes tomen el mando. Mientras ellos en la plantilla, será más complicada la inscripción de nuevos fichajes.
Las cinco palancas de Laporta
La economía del Barça sigue en horas bajas y aunque Joan Laporta y su junta directiva están activando, al fin, una serie de palancas económicas que deben revitalizar las cuentas del club, la fotografía del control económico de la Liga es significativa: -144 millones de euros de límite salarial. Para reconducirlo, el Barça debe revertir las pérdidas acumuladas de 481 millones de euros y conseguir que los ingresos superen el gasto. Actualmente, sin las palancas, el Barça cerraría el curso con pérdidas de 120 millones.
Por un lado, el club está a punto de cerrar la venta del 49% de BLM por un mínimo de 200 millones de euros. Los expertos confiesan a Culemanía que se trata de una cantidad baja para el tipo de negocio y el propio Laporta reconoció a Catalunya Ràdio que aspiran a sacar más. Por otro lado, tienen la posibilidad de vender Barça Studios por una cantidad que rondaría entre 100 y 200 millones. En tercer lugar, tienen sobre la mesa un contrato con CVC por 270 millones donde solo falta la firma. Paralelamente negocian con otros dos fondos de inversión que también están interesados en los derechos audiovisuales del club.
En total, estamos hablando de cinco palancas diferentes que podrían combinarse. Las previsiones más optimistas que salen del club auspician una entrada de capital que, combinando estas diferentes vías de ingresos, podrían comportar una inyección de 900 millones de euros, cosa que publicó en exclusiva Culemanía. Si esto se consigue, el Barça eludirá las normas 1/4 y 1/3 del control económico de la Liga y podrá inscribir a los fichajes que considere. Pero falta cerrar la operación.
Operación salida
Al mismo tiempo, ya se han producido movimientos para liberar masa salarial y generar nuevos ingresos con traspasos. El primero en salir ha sido Philippe Coutinho. El futbolista carioca deja 20 millones en las arcas del club y libera una ficha salarial de 16 millones de euros brutos --sobre 23 con variables--, pero con esto sólo no vale. Coutinho es el primero de muchos que deben salir como Pjanic, Umtiti --aunque sea cedido--, Lenglet, Neto, Braithwaite, Riqui Puig, Mingueza y, posiblemente, Trincao. Aunque los casos más sonados en estos momentos son los de Frenkie de Jong, Memphis Depay y Sergiño Dest.
El caso de Frenkie tiene dividida a la afición culé y, en caso de producirse, será la venta más polémica del verano. El Manchester United está muy interesado, aunque el jugador no está por la labor de salir, y menos a un equipo que jugará la Europa League. Si se va, el Barça se ahorrará una ficha que entre fijos y variables de fácil cumplimiento asciende a 15,5 millones de euros brutos. La contrapartida es que la amortización pendiente de su fichaje se liquidaría de golpe: 45,8 millones no computarían como beneficios.
De Jong cobra menos que los capitanes
Muy por encima del salario de De Jong estarán la temporada que viene los sueldos de Piqué, Busquets y Jordi Alba, los mejor pagados de la plantilla actual. Esta temporada no lo han sido por la rebaja salarial que firmaron en verano, aunque según las fuentes consultadas fue un diferimiento. Es decir, los 80 millones que entre los tres han dejado de cobrar durante las dos últimas temporadas los tienen que cobrar en las siguientes. Laporta dijo en Catalunya Ràdio que este verano no contempla volver a pedir rebajas salariales. Sin embargo, también dijo que arreglaría lo de Messi con un asado, que confiaba en Koeman y que el fichaje de Haaland era viable, entre otras.
Si se ponen mal dadas porque no sale alguna de las palancas, posiblemente haya que pedir un nuevo favor a las vacas sagradas. ¿Volverán a ceder? De hecho, en algunos ámbitos del entorno culé ya lo esperan por parte de Gerard Piqué. Al parecer, el central arrastra una lesión crónica en los aductores. Si no está para competir al cien por ciento, ¿cumplirá la promesa que hizo en su día de retirarse cuando ya no se viese bien, renunciando a dos años de contrato que le quedan, como hizo Carles Puyol? ¿Pensará en sus intereses particulares o en los del club? ¿Hará el último favor al Barça?