Yusuf Demir es un jugador que ha pasado con más pena que gloria por el FC Barcelona. Tuvo la mala suerte de llegar en un momento muy delicado. En la hora y el lugar equivocados. Su buena pretemporada lo ensalzó tan pronto como sucumbió cuando comenzó la competición oficial. Ronald Koeman le dio poca confianza, pero Xavi Hernández directamente decidió prescindir de sus servicios. Había una motivación deportiva pero, en este caso, una todavía más importante: la económica.
Aunque el joven delantero austríaco tenía un salario muy bajo en el Barça --fue contratado con ficha del filial--, la opción de compra sobre su fichaje condicionaba claramente al club con el límite salarial. La Liga, a la hora de calcular el coste deportivo de la plantilla culé, consideró que se trataba de una opción de compra de muy fácil cumplimiento y, por lo tanto, la imputó al presupuesto de gastos que elabora el propio organismo español en base a la información que le proporcionan los clubes. La letra pequeña del contrato de cesión estipulaba claramente que si Demir jugaba 10 partidos oficiales con el Barça, el club estaría obligado a pagar 10 millones de euros al Rapid Viena por sus servicios.
Dos partidos con Xavi y adiós a la Champions
Con Koeman había jugado unos cuantos partidos y con Xavi participó lo mínimo imprescindible como para ponerlo a prueba. En total, 189 minutos en Liga y 101 minutos en Champions. Seis encuentros a las órdenes del técnico holandés, siendo titular en cuatro de ellos. Con el egarense participó en los dos partidos de Champions que supusieron quedar fuera de la competición continental, contra Benfica y Bayern, y dos minutos simbólicos en el derbi ante el Espanyol.
Xavi apenas le dio dos oportunidades y lo fulminó. En cuanto supo que con la marcha de Demir podían liberar 10 millones de euros para inscribir a otros jugadores, en el staff técnico no tuvieron la menor duda. En la dirección de fútbol que gobierna Mateu Alemany, tampoco. No se trataba sólo de liberar una ficha de medio millón de euros, sino de conseguir una horquilla salarial de 10 millones extra, que fue imprescindible para inscribir el fichaje de Ferran Torres.
El papel de Agüero, Coutinho y Umtiti
Hay que recordar que el Barça fichó al delantero valenciano, exjugador del Manchester City, sin tener espacio salarial para inscribirlo. Los 20 millones que generó la cesión de Griezmann al Atlético se los comieron entre las renovaciones de Pedri y Ansu Fati. El margen era escaso. Sin embargo, las Normas de Elaboración de Presupuestos de la Liga abrieron una rendija de luz al club culé. Como habían contabilizado esos 10 millones en la parcela de gastos, al ser una opción de compra prácticamente obligatoria que finalmente no fue ejecutada, el Barça pudo convertir esos 10 millones en ahorro directo y utilizarlos para otros jugadores.
Hay que recordar que Ferran no fue el único inscrito en el mercado de invierno. También llegaron Dani Alves, con el salario mínimo, Adama Traoré, con un sueldo simbólico, muy inferior al que percibía en los Wolves, y Pierre-Emerick Aubameyang, que también tuvo que reducirse drásticamente la ficha para poder jugar a las órdenes de Xavi. Ello también fue posible gracias al Kun Agüero, que renunció íntegramente a la ficha que le quedaba por cobrar tras verse obligado a la retirada, y a las negociaciones con Philippe Coutinho y Samuel Umtiti, que aceptaron diferir parte de su salario y, en el caso del brasileño, además se marchó cedido.
Los malabares de Mateu
De cara al mercado de verano, el Barça volverá a tener que hacer malabares. La responsabilidad recae sobre Mateu Alemany, obligado a liberar muchas fichas si quiere encajar las nuevas renovaciones y la inscripción de jugadores como Dembelé, Sergi Roberto, Dani Alves y los hipotéticos fichajes de Kessié, Christensen, Lewandowski y un lateral izquierdo. Los señalados son: Coutinho, Pjanic, Memphis, Umtiti, Lenglet, Neto, Braithwaite, Mingueza, Riqui Puig, Luuk de Jong, Adama y Moussa Wagué. Un mínimo de 12 jugadores que deben salir --tal vez alguno del filial también sirve para hacer caja-- para meter a siete u ocho más las renovaciones de Araujo, Gavi y la subida de salario ya pactada de Aubameyang.