Antes de entrar, dejen salir. Esa es la premisa que se han marcado Joan Laporta, Mateu Alemany y Jordi Cruyff de cara al próximo mercado de fichajes, ante la posibilidad de firmar a uno de los mejores delanteros del mundo como es Robert Lewandowski. El ariete polaco no guarda una buena sintonía con Nagelsmann ni tampoco con la directiva bávara, y está decidido a asumir nuevos retos que le permitan afrontar una última gran aventura en Europa. Ahí es donde aparece el FC Barcelona, dispuesto a ofrecerle una duración de contrato (tres años) que la entidad germana no desea para un futbolista a punto de cumplir los 34 años.
Pese a que se encuentra en la recta final de su carrera futbolística, Lewandowski sigue siendo uno de los mayores killers del mundo y así lo demuestran sus números esta campaña. No en vano ha transformado 48 goles en 43 partidos disputados, repartiendo además seis asistencias para sus compañeros. Unas estadísticas de locos que le aúpan como gran candidato a ganar una nueva Bota de Oro, y que han ayudado a que el Bayern Múnich conquiste la Bundesliga por décimo año consecutivo.
A sacar tajada de los descartes
Para que pueda aterrizar en el Camp Nou, el Barça deberá resolver el futuro de algunos jugadores que a día de hoy son transferibles. En la delantera, se pretende que Lewandowski comparta puesto y compita con Aubameyang (que puede caer a banda), mientras que Luuk de Jong regresará al Sevilla cuando termine su cesión al Barça y se apostará por la venta de Martin Braithwaite y Memphis Depay. Por el primero se podrían sacar unos 5-10 millones, mientras que por el holandés se podrían cobrar alrededor de 20-25 si el club sabe jugar sus cartas. Pretendientes no le faltarán al holandés, y tampoco a un Braithwaite que tiene buen cartel en la Premier League y es internacional con Dinamarca.
Por Coutinho, el Barça no renuncia a lograr un ingreso de 40 millones este verano, que es el precio de la opción de compra que tiene el Aston Villa. Si los de Birmingham no abonan dicha cantidad, se podría negociar con otros equipos también interesados como Newcastle, Everton o Arsenal. Esos son los nombres que el Barça prioriza para hacer hueco salarial a Lewandowski, aunque hay más. Adama Traoré no se prevé que siga a las órdenes de Xavi, y regresará con casi total seguridad al Wolverhampton. En cuanto a Ousmane Dembelé, si no renueva la entidad culé dispondrá aún de más margen salarial para inscribir al delantero polaco.
Reestructuración de la plantilla
La lista negra del FC Barcelona, eso sí, engloba otras zonas del campo. Riqui Puig tiene las horas contadas y se le buscará una cesión o un traspaso, mientras que Sergi Roberto se prevé que siga un año más, pero reduciendo sus emolumentos hasta cobrar una tercera parte de lo que ganaba hasta ahora. En defensa, Umtiti y Lenglet liberarían todavía más masa salarial si hacen las maletas (Big Sam ya diluyó su salario en tres años durante el pasado mes de enero), y Dani Alves ya está incluido en el sueldo mínimo que permite la Liga: 155.000 euros anuales. Mingueza también puede irse, pero su salida apenas tendrá incidencia al disponer de uno de los contratos más bajos de la plantilla. El último jugador en discordia para hacer hueco a Lewandowski y las futuras llegadas es Neto Murara, que está viviendo su último curso como azulgrana.
Entre todas estas fugas pactadas, el FC Barcelona espera cobrar dinero por varios traspasos y generar un buen espacio salarial para cumplir con los límites del Fair-Play financiero. Además de inscribir a Lewandowski si finalmente le ficha, deberá hacer lo propio con Franck Kessié (AC Milan) y Andreas Christensen (Chelsea), fichajes ya cerrados pero que no se anunciarán hasta el verano y que, además, aterrizarán gratis en el Camp Nou.
La polivalencia, un as en la manga
También con otros dos futbolistas que actualmente son objetivos de Mateu Alemany: César Azpilicueta y Lisandro Martínez. Se trata de dos defensores polivalentes que, entre ambos, podrían reforzar las demarcaciones de lateral derecho, lateral izquierdo, central por ambos perfiles y hasta pivote defensivo (en el caso del argentino). El jugador blue aún no sabe al cien por cien si seguirá una temporada más en el Chelsea, mientras que Lisandro estaría encantado de dar el salto al Barça. Jordi Cruyff lleva personalmente las negociaciones con el Ajax, y podría acabar sacando su fichaje por menos de 20 millones de euros. Una auténtica ganga, si al final se cierra el fichaje.
Un mercado más, como ya sucedió a finales del pasado verano y durante la ventana invernal, Mateu Alemany y la secretaría técnica del Barça deberán hacer encaje de bolillos para inscribir a todos los fichajes, reducir masa salarial y, de paso, ganar algo de dinero que permita rebajar la millonaria deuda del club: casi 3.000 kilos en el debe. Una tarea nada fácil... Pero tampoco imposible para los estrategas de Joan Laporta.