El ruido mediático y extradeportivo llevaba ya varios días protagonizando la actualidad del FC Barcelona, pero en las últimas horas se ha potenciado aún más. No directamente, sino que el foco se ha colocado ahora frente a los ojos de Gerard Piqué. El Confidencial ha filtrado audios y documentos que revelan las cifras y comisiones que se llevaron (y se siguen llevando) la Federación (RFEF) y la empresa del futbolista, Kosmos, por jugarse la Supercopa en Arabia Saudí.
Unos archivos en los que queda patente que la compañía de Piqué, que intermedió en el contrato, se aseguró una cantidad de cuatro millones anuales por cada una de las seis primeras ediciones del torneo en Riad. Aunque desde la RFEF de Luis Rubiales se había negado cualquier tipo de pago directo a Kosmos, lo cierto es que ambas partes impusieron esa tasa como una condición obligatoria para Arabia Saudí.
Desde finales de 2019, cuando se desvelaron las primeras informaciones al respecto, ya se conoció que Piqué había participado a través de su entramado empresarial en la emigración de la Supercopa de España rumbo a Oriente. Se intuía entonces que la comisión por el trabajo había sido cuantiosa, y finalmente queda reflejado en los nuevos documentos que es un 10% del contrato de 40 millones que paga cada año Arabia Saudí a la Federación de Rubiales.
Barça y Madrid elevan el caché
Unos 40 kilos anuales que hay que coger con pinzas, teniendo en cuenta que la cantidad se reduce ostensiblemente si Real Madrid o FC Barcelona no participan en el torneo. Y es que el pacto firmado en 2019 entre la Federación y Sela (la empresa saudí que organiza el evento) señala, en dos de sus cláusulas, que Arabia paga 10 millones más (hasta los 40 de cada edición) siempre y cuando los dos grandes clubes españoles estén en la Final-Four de la Supercopa.
Luis Rubiales, Sergio Ramos, Gerard Piqué y Fernando Hierro / RFEF
Luis Rubiales, Sergio Ramos, Gerard Piqué y Fernando Hierro / RFEF
Existe una cláusula idéntica para cada equipo, con su correspondiente penalización. Así, si el Real Madrid no se clasifica para jugarla, Arabia Saudí paga cinco millones menos. Lo mismo ocurre si no se clasifica el FC Barcelona. En esta coyuntura, si de aquí a que termine el vínculo (puede durar hasta 2029), en alguna ocasión se diese el caso de que no se clasificara ninguno de los dos, la Federación recibiría 10 millones menos por dicha edición.
El Camp Nou, antes que Arabia Saudí
En los audios filtrados por el citado medio, puede conocerse que antes incluso de que se llegase al acuerdo con Arabia Saudí, en 2018, Gerard Piqué y Luis Rubiales se llegaron a plantear que la Supercopa de España se jugase anualmente en el Camp Nou. Incluso hablaron de cómo convencer al Real Madrid de Florentino Pérez para que aceptase la jugada.
"Yo lo voy a ver también esto con el Madrid. Yo creo que el Madrid me va a decir que no. Como el Madrid me va a decir que no, eso nos viene de puta madre para justificarnos de cara al futuro y decimos que es el estadio con más capacidad (el Camp Nou), que es el campeón de Liga, que es el campeón de Copa o finalista de Copa... Yo creo que legitimidad tenemos", manifestó en 2018 Rubiales a Piqué.
La camaradería de Rubiales y Piqué
La opción no fructificó, y poco después ambos pusieron todos sus esfuerzos en fraguar el acuerdo con Arabia Saudí. Una vez el pacto se selló, Rubiales volvió a enviar un audio de camaradería y complicidad al zaguero del Barça. "Geri, enhorabuena. Y no me refiero ni al partidazo de ayer ni a tu gol. Me refiero a que ya son más de las 12 y por lo tanto ya es firme el acuerdo con Arabia Saudí. Un abrazo, gracias por todo y aquí estoy para lo que necesites. Bueno, menos para algunas cosillas que casi mejor no me necesites. Venga, un abrazo enorme. Cuídate mucho, amigo", pronunció el presidente de la RFEF.
Unos audios que han salido a la luz, que ya están a disposición de todos y por los que ambas partes deberán responder. A pesar de que, tanto desde la Federación como desde el entorno de Piqué, dejan claro que las negociaciones fueron totalmente legales. "Todo es absolutamente legal. Esto son fuegos artificiales, y todo forma parte de una campaña de desprestigio. Fue una gran operación para el fútbol español. Ha proporcionado 240 millones en estos años, y de ellos, 120 van al fútbol más modesto", defienden fuentes federativas. La última palabra del culebrón, seguro, todavía no está dicha.