Decir que Nike es una de las marcas más prestigiosas del mundo es quedarse corto. La firma estadounidense, principal sponsor del FC Barcelona junto con la recién fichada Spotify, repite este año en lo más alto del ranking de clothes branding más valiosas del mundo.
Así queda reflejado en el informe anual emitido por Brand Finance, que cifra en 74.000 millones de dólares (67.943 millones de euros) el valor de las marcas de moda deportiva que figuran en el top-50, con Nike como líder un año más al haber incrementado su valor de marca hasta un 9%, o lo que es lo mismo: 33.200 millones de dólares (30.480 millones de euros).
En el ámbito deportivo le sigue Adidas, número 5 de la lista global tras caer una posición pese a mejorar un 2% su valor, hasta 14.636 millones de dólares (13.438 millones de euros). La caída al quinto puesto de la firma alemana se debe al ascenso de Chanel, cuyo valor de marca ha experimentado una mejora de nada menos que el 15,3% durante el último año.
Nike, en cualquier caso, sigue reinando en el sector de las marcas deportivas y, de forma indirecta, su éxito comercial beneficia a la imagen del FC Barcelona. Ya han pasado más de dos décadas desde que la firma norteamericana y la catalana decidieron unir sus caminos, dando lugar a una relación que ha vivido tensiones en los últimos años, pero que continúa siendo fructífera y conveniente para ambas partes.
Principal fuente de ingresos
La relación comercial entre el FC Barcelona y Nike dio comienzo en 1998, con Josep Lluís Núñez de presidente. La multinacional estadounidense relevó a Kappa, y el actual contrato entre las dos partes finaliza en 2028. Por ahora, Nike garantiza el pago de 105 millones de euros anuales a la entidad culé.
Antes del regreso de Laporta a la presidencia, la directiva de Bartomeu llegó a emitir tres demandas judiciales contra Nike: por impagos en los royalties por la venta de réplicas de camisetas, por la penalización que la marca imponía al Barça por incumplimientos y, por último, por abuso de posición de dominio. Pasado el mal trago y tras años de descontrol, la junta de Laporta llegó con la intención de poner paz y encontrar un pacto amistoso. Quedan más de seis años de relación con la multinacional norteamericana y es la principal fuente de ingresos del club, más aún tras la marcha de Rakuten y Beko.
Cambios y reestructuraciones
La estabilidad comercial y financiera de Nike es, además, un espejo donde el Barça debe mirarse. Las estrategias de mercado, los diseños y la capacidad de innovación de la marca yankee han servido para mantenerla en lo más alto. Y el FC Barcelona, de hecho, ya sabe lo que es fichar a talento con experiencia en Nike. Hace unos días decidió fusionar las áreas de marca e ingresos, promoviendo a Sergi Ricart al frente de ellas.
El ejecutivo aterrizó en el Barcelona procedente de Nike el pasado mes de octubre, y su trabajo está siendo supervisado directamente por Ferran Olivé, la mano derecha del presidente Joan Laporta. La reestructuración interna que se vive desde hace meses en el club provocó además el nombramiento de Josep Maria Messeguer como nuevo director de Barça Licensing & Merchandising (BLM), un puesto que se une al de responsable de Barça Legends.
En los próximos meses, a buen seguro que continuarán dándose movimientos en el sector ejecutivo de la entidad culé. Lo que no cambiará, de momento, es un matrimonio de conveniencia, el del FC Barcelona y Nike, que va camino de las bodas de plata.