El FC Barcelona es un club con un gigantesco impacto global. Ese nombre ha permitido ganar una masa de seguidores en los distintos rincones del planeta, lo que ha sido clave en la consecución de mayores ingresos. En este sentido, la entidad azulgrana dio un paso importante hace mucho años con la atracción de fanáticos de varios países, siendo común ver en el Camp Nou un variado grupo de espectadores. Pero esa misma visión empresarial ha dado a pie a que se produzcan situaciones negativas, como la que ha sucedido contra el Eintracht de Frankfurt.
Dicho suceso ha marcado muchísimo al Barça. En las últimas 24 horas se ha comentado lo sucedido en el Camp Nou como uno de los principales temas deportivos. Y no es para sorprenderse, tomando en cuenta que más de 20.000 aficionados del equipo rival entraron al recinto culé. Eso ha permitido que el club ingresara 3,5 millones de euros, debido a los precios de las entradas que se vendieron a esa hinchada en concreto. Si bien toda la situación es impresionante, la realidad es que marca un camino que se ha seguido desde hace varios años.
El Camp Nou, un nido de turistas
Las anteriores juntas del FC Barcelona vieron el potencial que tenía el conjunto culé, lo que originó un cambio en la presencia de espectadores dentro del estadio. El atractivo era evidente por los grandes equipo que ha logrado formar la entidad, siendo Lionel Messi el principal abanderado de ese talento que estaba en el terreno de juego. El astro argentino fue por muchos años el punto de atracción para que personas de todas partes del mundo asistieran a los partidos. En todos esos años alcanzaron cifras descomunales, siendo en la 2018-19 un ingreso de 71,6 millones de euros (solo en la Liga).
Esos turistas que se acercaban a la ciudad catalana para maravillarse por el equipo liderado por Lionel Messi fueron, en casi su totalidad, seguidores del club que sumaban su apoyo en los enfrentamientos. Desde la adquisición de entradas por operadores turísticos o socios barcelonistas que cedieron su asiento a cambio de un gasto considerable. Del mismo modo, no hay que pasar por alto que el Barça también apostaba a sacar muchos beneficios con el elevado precio de esos tickets para ingresar al Camp Nou. Pero eso podía convertirse en un arma de doble filo, lo cual terminó por darse de manera definitiva con el último partido ante el Eintracht.
La tormenta perfecta
El fin de la pandemia y la vuelta del turismo ha implicado que se empiecen a movilizar muchísimas personas de diferentes países. El partido de vuelta de los cuartos de final de la Europa League supuso la oportunidad perfecta para que los aficionados del Eintracht de Frankfurt dieran su apoyo dentro del estadio azulgrana. Las vacaciones de Semana Santa también jugaron a favor del rival, en especial porque el Barça pidió a los abonados (que no iban a asistir) que cedieran su asiento para tener más público. Lo que no esperaban era ver una marea blanca que tiñó muchísimas zonas del Camp Nou.
Tras el desastre producido en el mencionado partido, la entidad culé explicó que pusieron a la venta un total de 34.440 entradas. La mayoría de las localidades que se agotaron fueron compradas por aficionados alemanes que se desplazaron a la ciudad catalana. El elevado precio de las entradas, en cambio, frenó a muchos barcelonistas. Esa gestión empresarial del FC Barcelona con relación a la venta de las entradas ha vuelto a salir a la luz tras el fin de la pandemia, pero en este caso ha explotado de forma colosal.