El FCBarcelona ingresó unos 3,5 millones de euros por la venta de entradas en el partido contra el Eintracht, pero la presencia de unos 20.000 aficionados alemanes en las gradas del Camp Nou evidenció una mala gestión por parte del club, que no logró seducir a sus aficionados. Este viernes, el presidente azulgrana, Joan Laporta, ha asegura que, en el futuro, las entradas para los partidos continentales serán "nominales".
El Barça cedió unos 5.000 entradas al Eintracht. Es decir, el 5% del aforo del Camp Nou, como exige la UEFA. El club ubicó a los hinchas alemanas en la zona más alta del estadio. El problema es que había unos 15.000 más repartidos por todo el estadio. Mezclados con los aficionados del Barça. En el pasado ya pasó en algún partido contra el Celtic de Glasgow.
Entradas muy caras
La visita del Eintracht fue la mejor oportunidad para hacer caja. En los últimos partidos, sobre todo de Liga, el Barça ha puesto unos precios muy asequibles para los socios no abonados del club y para los aficionados que residen en Barcelona. Las localidades más económicas costaban menos de 30 euros.
El Barça, en cambio, subió el precio de las entradas del partido contra el Eintracht. En muchos casos, por encima de los 100 euros. Algunos aficionados alemanes se quejaron en las inmediaciones del Camp Nou, pero su malestar no impidió que compraran su localidad a operadores turísticos o socios barcelonistas que vendieron sus entradas. La reventa fue la solución de muchos seguidores germanos.
Muchas sillas vacías
El Camp Nou, curiosamente, ni se llenó. El club anunció que 79.468 espectadores presenciaron el partido en un estadio con capacidad para 99.334 personas. Hubo muchas sillas vacías, sobre todo en la parte más alta del campo.
El Barça tiene 83.500 abonados. Es decir, socios con derecho a un asiento en el Camp Nou. Esta temporada, sin embargo, el club permitió que muchos abonados congelaran su asiento por la incierta situación que se vivía el pasado verano por culpa del coronavirus.
Vacaciones de Semana Santa
La junta directiva que preside Laporta notificó que 57.000 abonados habían retirado sus asientos y que 26.000 no pagaron la cuota anual. En el curso actual, además, el Barça anuló el Seient Lliure.
El Barça dispone de unos 42.000 asientos libres en cada partido. Una pequeña parte se destina a compromisos institucionales y el club anunció este viernes que puso 34.440 entradas a la venta para el partido contra el Eintracht. La mayoría de las localidades que se agotaron fueron compradas por aficionados alemanes que se desplazaron a Barcelona. El elevado precio de las entradas, en cambio, frenó a muchos barcelonistas. Y muchos socios, tal vez de vacaciones de Semana Santa, no acudieron al estadio.
Xavi y los futbolistas se quejan
Antes del partido, Xavi y los futbolistas ya se quejaron del ambiente del Camp Nou. El técnico pidió explicaciones a Jordi Cruyff, secretario técnico. Al final del partido declaró que la presencia de 20.000 hinchas del Eintracht les perjudicó. Laporta, por su parte, calificó de “vergüenza” el colorido blanco de las gradas del estadio. Los 3,5 millones que ingresó por la venta de entradas no compensó su disgusto.
El malestar de futbolistas, técnicos y directivos coincidió con el de muchos aficionados que abandonaron el Camp Nou en la media parte. Y la grada de animación del Barça hizo una huelga de 10 minutos para expresar su disconformidad con la venta de entradas del club. Un día después, Laporta ha asumido el compromiso de poner a la venta entradas "nominales" para evitar que se repita otra invasión de seguidores rivales.