Joan Laporta, presidente del FCBarcelona, busca nuevos socios. Literalmente. El club azulgrana ha activado el procedimiento de altas de socios y socias vía online que permitirá que cualquier persona pueda ser miembro del Barça. Una apuesta que suscita un amplio rechazo entre un amplio sector del barcelonismo.
En la pasada campaña electoral, Laporta ya se posicionó a favor de incrementar la masa social del club, pese a las críticas de sus rivales. Tanto Víctor Font como Toni Freixa alertaron del riesgo de que 150.000 chinos se hicieran socios y controlaron el club en un futuro a medio plazo. “La propiedad del Barça está en riesgo”, sostenían los dos candidatos.
La propiedad del club
En el Barça confían que la campaña tenga una buena acogida y aseguran que cuentan con 300 millones de seguidores. También aseguran que la campaña no pone en riesgo la propiedad de la entidad.
"Ni ha pasado ni pasará. Cualquier aficionado tiene que hacer una solicitud que posteriormente debe ser aprobada", explica una fuente del Barça. "La independencia del Barça está garantizada. Seguro que hay mecanismos para detectar cualquier irregularidad", añade otra.
Condiciones para hacerse socio
El Barça, hasta ahora, aceptaba a socios menores de 14 años y, de manera presencial, a personas que tuvieran un parentesco de primer o segundo nivel con un socio, los que ya lo habían sido durante dos años consecutivos y las que tuvieran una antigüedad de tres años como peñista o con el carnet de compromiso.
La primera entidad deportiva de Cataluña cuenta, actualmente, con 137.512 socios , de los cuales 55.010 están censados en Barcelona, 72.389 en el resto de Catalunya y 10.115 más repartidos por el resto del mundo. En cuanto a las 1.259 peñas, 436 se encuentran en Cataluña, 667 en el resto del Estado y 156 alrededor de todo el mundo. El club también tiene unos 83.000 abonados (socios con asiento en el Camp Nou).
El fracaso del Gran Repte
En su primera etapa como presidente del Barça, Laporta promovió el Gran Repte con el objetivo de alcanzar el millón de socios. Aquella campaña no funciono como deseaba el abogado barcelonés, aunque el club alcanzó los 170.000 socios. Muchos de ellos lamentaron que no tuvieran acceso a un abono de temporada.
Sandro Rosell, el presidente que relevó a Laporta en 2010, se posicionó en contra de facilitar que cualquier persona pudiera hacerse socia del Barça para evitar que la masa social pudiera sufrir grandes cambios. “Si 200.000 chinos se hacen socios del Barça, el club podría tener un presidente de esta nacionalidad”, deslizó Rosell para justificar sus reticencias a un proyecto que Laporta ha rescatado para hacer caja y aumentar la masa social del club.