El efecto Messi que sacudió al barcelonismo el verano pasado amenaza con repetirse. Entonces, el club no pudo inscribir al astro argentino como jugador del FC Barcelona para la presente temporada porque había terminado contrato y contabilizaba como una nueva inscripción. El restrictivo control financiero de la Liga no permitió su entrada ya que la junta directiva de Joan Laporta no hizo los deberes con la generación de nuevos ingresos inmediatos --Barça Corporate, CVC o más rebajas salariales, que se aplicaron tras la marcha de Messi--. Este verano va camino de repetirse la misma situación con otros jugadores que terminan contrato: a día de hoy no podrían ser inscritos.
Ousmane Dembelé es el primer señalado por esta situación. Xavi Hernández tiene claro que lo quiere en el Barça y también Laporta es partidario de su renovación, pero las condiciones que le ofrecen no son tan positivas como las que le ofrecieron en diciembre. En aquel momento, el club tenía más margen para Dembelé, pero terminó fichando a Ferran Torres, Adama y Aubameyang viendo que el extremo galo no estaba por la labor de renovar por el club. Ahora, con un límite salarial fijado por la Liga en -144 millones de euros, cualquier operación es todavía más complicada.
Contrato ascendente para Dembelé
Según ha podido saber Culemanía, no es cierto que el Barça le haga una oferta a la baja al jugador. Los términos que le proponen son muy similares a los que tiene en la actualidad, pero con el matiz de que se quiere simplificar el contrato con menos bonus por objetivos. El club quiere eliminar los denominados variables de fácil cumplimiento, ya que entienden que en muchos casos son un salario fijo encubierto, y con los nuevos contratos --donde Pedri y Ansu Fati marcan la referencia-- están apostando por cantidades fijas y bonus reales por objetivos como la conquista de títulos. No por jugar más o menos partidos. Eso sí, le pondrán sobre la mesa un contrato ascendente, pudiendo cobrar más dinero en los últimos años de contrato, como hacía Bartomeu, y con un Loyalty Bonus, o prima de fidelidad.
Pero la situación real a día de hoy es que el Barça no puede inscribir a Dembelé. Tampoco a otros jugadores que acaban contrato y tendrían opciones de firmar uno nuevo, como Dani Alves y Sergi Roberto. Lo mismo ocurre con jugadores ahora cedidos en la plantilla pero propiedad de otros clubes, como Luuk de Jong y Adama. Si el Barça decidiese ficharlos este verano, a día de hoy tampoco podría inscribirlos. En cualquier caso, y según las fuentes consultadas por Culemanía, todo hace pensar que no seguirán ni Luuk ni Adama. En el caso del holandés, el ejemplo es muy explícito: aunque saliese Memphis, cuyo salario ronda los nueve millones de euros brutos, Luuk no podría entrar porque no cumple la regla del 1/4. Es decir, el salario del gigante holandés no es un cuarto de lo que cobra su compatriota. Es más. No entra.
Condicionantes económicos
Por tanto, la solución para solventar estos casos y poder inscribir a algunos de estos jugadores antes del 1 de septiembre pasa por hacer lo que no se hizo el año pasado con Messi: firmar con CVC, que más allá de los 270 millones aportará intangibles como la mejora de relaciones con la Liga de Tebas, conseguir un socio capitalista para Barça Studios y/o BLM (Barça Licensing & Merchandising) y, posiblemente, llevar a cabo otro recorte salarial o, en su defecto, cerrar una venta importante.
Si se dan todos estos condicionantes, en los que trabajan a marchas forzadas desde la nueva dirección comercial del club, con Sergi Ricart como nuevo jefe bajo la supervisión del presidente Laporta y el tesorero Ferran Olivé, será posible inscribir a Dembelé y a otros futbolistas como los antes citados. También a los nuevos fichajes ya cerrados pero que a día de hoy tampoco pueden ser inscritos: Andreas Christensen y Franck Kessié. Y quedará por ver si el club es capaz de generar el hueco salarial necesario para el fichaje de un crack --Lewandowski gana enteros-- y para las renovaciones al alza de Araujo y Pedri.