A Éric Abidal le están creciendo los enanos, uno tras otro. Después de toda la polémica que ha suscitado la revelación de sus relaciones extramatrimoniales con una exjugadora del Barça, Kheira Hamraoui, y de la reacción de su mujer al pedirle el divorcio, ahora la controversia sigue persiguiendo al francés. Esta vez, con el caso de su trasplante de hígado, cuya investigación está trayendo cola en los últimos años.
Un primo que resulta que no era primo
Tal y como ha informado en las últimas horas El Confidencial, el Instituto Nacional de Toxicología no ha encontrado pruebas fehacientes de que el exfutbolista del FC Barcelona y Gerard Armand, su donante de hígado en 2012, sean primos en realidad. La citada fuente señala que "el hallazgo apuntala los indicios de culpabilidad contra los implicados", dado que "en el sumario constan cuatro conversaciones telefónicas entre Rosell y Castillo en las que ambos admiten, sin saber que estaban siendo grabados por la Guardia Civil y la Policía Nacional, que compraron un hígado ilegal para Abidal y que se inventaron que el donante era su primo".
"Tras difundirse las escuchas, los investigados ya admitieron que, en realidad, Abidal y el donante no eran primos hermanos, sino que únicamente tenían en común una abuela", prosigue El Confidencial, añadiendo además que ahora "ni siquiera puede acreditarse que sean familia", después de los resultados de la investigación que ha llevado a cabo Toxicología. "La relación de parentesco es clave para autorizar un trasplante inter vivos porque presupone que hay una motivación afectiva para ceder altruistamente a otra persona una parte de un órgano". Un parentesco que está en seria duda.
En este punto, Éric Abidal podría enfrentarse a un delito de tráfico de órganos, algo que el Código Penal castiga expresamente en el artículo 177 bis con entre cinco y ocho años de cárcel. Para que eso suceda, además, "no es imprescindible que se haya producido un pago. Es suficiente con que medie un "engaño" o el beneficiado abuse "de una situación de superioridad, o de necesidad o de vulnerabilidad de la víctima nacional o extranjera", añade la fuente en cuestión, incidiendo en la gravedad de la situación para un Abidal con la soga al cuello.
Una serie de catastróficas desdichas
Desde que se retiró del fútbol profesional, la realidad es que las polémicas han perseguido a Abidal una y otra vez. Además del caso del trasplante de hígado, hace pocos años fichó por la directiva de Josep María Bartomeu en el Barça, ejerciendo como secretario técnico. Se le culpó de algunos fichajes que no dieron el nivel esperado, como Arturo Vidal, Kevin-Prince Boateng, Malcom o Griezmann.
Para colmo, su imagen quedó totalmente por los suelos cuando Leo Messi se plantó y le acusó en las redes sociales de ser uno de los culpables de los males que estaba pasando el equipo. Luego vino todo el embrollo con Hamraoui y su mujer, Hayet Abidal, y la guinda están siendo las últimas informaciones relacionadas con su sospechoso trasplante de hígado. Veremos cómo termina el asunto... Pero no tiene buena pinta.