La situación económica del FC Barcelona no está como para tirar cohetes. Se sabe aquí y se sabe en el otro lado del mundo. El Barça de Joan Laporta no tiene dinero para afrontar grandes operaciones, acusa un límite salarial marcado por la Liga de -144 millones de euros, un patrimonio neto negativo de -450 millones y carga con una deuda total que asciende a 1.350 millones.
El objetivo del presidente es reducir el gasto y aumentar los ingresos antes del 30 de junio a través de cuatro palancas: CVC, Barça Studios, BLM y la venta de un futbolista con nombre. Además, la temporada que viene se sumará la nueva inyección de Spotify, valorada off the record en 70 millones de euros anuales y, ya en el horizonte, se aspira a generar mucho dinero a través de la explotación del Espai Barça y el nuevo Camp Nou. Mientras tanto, son tiempos de vacas flacas y desde el club así lo intentan transmitir a los jugadores para evitar que pase con Laporta lo que le ocurrió a Bartomeu, que se le subieron a las barbas porque, como bien dice Piqué, "quería complacer a todo el mundo" y no supo decirles que no. A él, incluido, que se convirtió en el defensa mejor pagado del mundo.
Este resumen del escenario que rodea al Barça sirve para reivindicar una proclama que desde el club quieren hacer llegar a todos los futbolistas: tanto a los que quieran venir al Barcelona como a los que ya están aquí y se quieren quedar. La proclama no es otra que la siguiente, según ha podido saber Culemanía: las cosas han cambiado y a partir de ahora la escala salarial va a ser muy inferior de lo que fue en tiempos anteriores. El que quiera estar en el Barça de Xavi tiene que aceptar que los elegidos, las nuevas joyas, que marcan los peldaños salariales de la plantilla, se llaman Ansu Fati y Pedri González. Y, salvo casos muy excepcionales, nadie en el equipo va a poder cobrar más que ellos.
Ansu Fati cobra seis millones netos
Ansu Fati es el mejor pagado de la nueva hornada de fichajes y renovaciones que ha ejecutado el club con Mateu Alemany al frente de la dirección deportiva y, desde hace unas semanas, Jordi Cruyff como secretario técnico. El delantero bisauguineano heredó el 10 de Leo Messi y, como buen representado de Jorge Mendes, no lo puso del todo fácil en las negociaciones, pero terminó asumiendo un salario que, según confirmaron fuentes de las negociaciones a Culemanía, asciende a seis millones de euros netos más dos millones en variables. Esto significa un mínimo de 12 millones brutos que, con los bonus, podrían dispararse a un máximo de 16 millones. Prácticamente igual a lo que percibe actualmente Ousmane Dembelé.
Pedri González renovó por una cifra sensiblemente inferior y, aunque tampoco lo puso fácil del todo, hay que decir que su enorme sentimiento culé le llevó a oponer menos resistencia que Ansu. El hecho de no ser un delantero implica que cobre un poco menos porque el gol siempre es lo mejor pagado del mercado, pero sus emolumentos rondan los nueve millones de euros brutos: en neto, percibirá entre cuatro y cinco millones anuales.
El tope lo pone Pedri
El salario de Pedri es el tope máximo al que podrán aspirar muchos jugadores que están a la cola de las renovaciones. El club quiere mandar un mensaje muy contundente: el canario es el mejor, el más talentoso futbolista de la plantilla, hasta los cánticos le han bautizado como Pedri Potter por la magia que hace con el balón en los pies; con lo que no habrá nadie que pueda superarlo salvo casos excepcionales de estrellas que vengan de fuera y por prestigio merezcan un salario superior. Aquí entrarían casos de cracks mundiales como los de Mohamed Salah o Robert Lewandowski, que obviamente exigen cifras mucho más elevadas para dejar sus clubes: en torno a los 25 millones brutos.
Directiva y dirección deportiva serán los órganos que deban valorar si vale la pena asumir esas cifras teniendo en cuenta el restrictivo límite salarial que tiene el Barça en estos momentos. Pero el mensaje que manda el club es muy contundente: si quieren venir, deben adaptarse a los sueldos que se puede permitir el club. Pedri es la referencia. Es lo que se le dijo a Ferran Torres, que entendió en enero que un traspaso de 55 millones de euros no podía comportar un salario al nivel de Ansu Fati o Pedri, tenía que estar por debajo. Situación distinta es la de los jugadores que llegan gratis. Si el club se ahorra un traspaso es normal que premie a esos futbolistas con un mayor salario para compensar.
Carpetas pendientes
En cuanto a los jugadores que están pendientes de renovar, estamos ante escenarios bien diversos. Sergi Roberto perdió su oportunidad. El club le hizo llegar tres propuestas y todas fueron rechazadas. La versión de la entidad es que no ayudó en un momento de máxima necesidad y ahora se puede quedar sin equipo, ya que en Europa difícilmente le van a pagar lo que el Barça le llegó a ofrecer. Pero ya es demasiado tarde. El caso del de Reus es uno más de los que servirá al club para ejemplificar al resto de futbolistas, como ocurrió con Ilaix Moriba y con Dembelé.
El caso del extremo francés sigue abierto y, aunque desde el Barça le pidieron un esfuerzo en forma de rebaja, no se descarta que se pueda terminar quedando con las mismas condiciones salariales. Al final se trata de un salario similar al de Ansu Fati para un jugador que, si está bien físicamente, es muy desequilibrante y está llamado a ser titular. La renovación de Ousmane podría suponer al Barça el ahorro del Salah de turno, pero su agente exige una prima de renovación y mientras no llegue ese pago, las posturas seguirán estando alejadas. Aunque es cierto que en los últimos días se han ido acercando muy paulatinamente, como ya avanzó Culemanía hace dos meses.
Mensajes para Gavi y Araujo
Por último están los casos que más interesan a la afición: Ronald Araujo y Gavi. Estos dos se tienen que limitar a la norma establecida que antes se mencionó: el tope lo pone Pedri. Ellos dos, por buenos futbolistas que sean, no pueden aspirar a cobrar más que el canario, porque ello generaría un terremoto interno en el vestuario. Podría desembocar en malestar. Y, de hecho, la opinión del club es que Pedri debería estar por encima de ambos. Tal vez sea más discutible el caso de Araujo, por una cuestión de que ya está más hecho y tiene más mercado en estos momentos. Sin embargo, un jugador tan joven como Gavi, de solo 17 años, no puede estar al nivel de Pedri. En el club creen que le corresponde estar un peldaño por debajo.
En el caso de Araujo se le ofreció un salario de cuatro millones netos, que es sensiblemente inferior al sueldo de Pedri, pero todo hace pensar que la dirección deportiva subirá la oferta y lo pondrá al nivel del canario. En caso de superarlo, nunca sobrepasará lo que cobra Ansu Fati. Y si el jugador aspirase a cobrar más que Ansu, ello supondría su adiós al Barcelona. Al final, en el club también quieren remarcar que se invierten unos 30 millones de euros al año en fútbol base y cantera para, precisamente, sacar talento y no tener que invertir grandes millonadas en estos jugadores.