Andrés Iniesta reformula su negocio de representación de futbolistas

Representación, bodegas, branding, marketing deportivo... Andrés Iniesta ya hace años que no sólo se centra en el fútbol. A sus 37 años y muy cerca ya de la retirada deportiva, el manchego sigue potenciando sus negocios fuera del campo a fin de rentabilizar su futuro y, por supuesto, ofrecer servicios útiles para sus clientes. Las ambiciones del de Fuentealbilla traspasan las fronteras del deporte, aunque a la vez mantienen una estrecha relación con él.

Hace cuatro años su asesor de comunicación, Joel Borràs, montó con Andrés (como socio) una agencia de futbolistas llamada inicialmente Sports&Life, algo que choca frontalmente con su hipotético regreso al Barça o a cualquier otro club, debido a los intereses cruzados de ambas partes en el plano deportivo. La agencia cuenta con el apoyo de la estructura de Media Base Esports. Y esta compañía, por su parte, ha estado siempre muy vinculada al grupo Mediapro, de Jaume Roures, quien a su vez tiene relación con los hermanos Guardiola, Pep y Pere. Este último, recordemos, es el representante de jugadores como Luis Suárez.

Deportistas de renombre

Ayudada en parte por este batiburrillo de influencias, la agencia de Iniesta ha ido cerrando con el paso del tiempo asociaciones de categoría, creciendo a ritmo de vértigo en distintas vertientes. Entre los representados por Sports&Life se encuentran futbolistas como Junior Firpo, además de Marc Bartra, Brahim Díaz, Kyogo Furuhashi, Sergi Samper o el ex futbolista Víctor Valdés, entre otros.

Imagen de algunas de las deportistas representadas por Never Say Never / NSN

Imagen de algunas de las deportistas representadas por Never Say Never / NSN

También a deportistas de relieve internacional en distintos ámbitos, como Melanie Serrano (FC Barcelona) y Rosa Márquez (Real Betis), además de mujeres triunfadoras en el mundo del motor, como Christine Giampaoli, piloto de rallies, o Rocío Bultó, piloto de motocross. Rita Arnaús, campeona de España de kitesurf, aparece también representada por la agencia de Iniesta, igual que la amazona Carolina Villanueva y las nadadoras de sincronizada: Sara Saldaña y Mireia Hernández.

Desde hace poco más de un mes, Sports&Life Management ha cambiado de nombre y se ha reformulado en el mercado. Ahora se llama Never Say Never (NSN) y ya no solamente se encarga de la representación e intermediación en el panorama futbolístico, sino que también ha creado nuevas divisiones de gaming, eSports, música y producción de contenido audiovisual.

Una expansión sin límites

Con dicha apuesta de expansión, el gran objetivo de Andrés Iniesta y los gestores de la compañía no es otro que duplicar la facturación, sobre todo en las áreas de Talent, Brands y Contenidos, para superar así los 20 millones de euros facturados. La plantilla, que hace muy poco no llegaba a los 50 trabajadores, ha aumentado hasta alcanzar ahora los 70 empleados, repartidos en las oficinas que hay abiertas en Barcelona, Madrid, Kobe, Ciudad de México, Seúl y Tel Aviv. En este 2022, la empresa quiere llegar también hasta el Middle East de Estados Unidos y reforzar así su impacto en Norteamérica.

Iniesta promocionando su bodega / Bodegas Iniesta

Iniesta promocionando su bodega / Bodegas Iniesta

NSN trabaja tiene como clientes a algunas marcas de reconocido renombre, como LaLiga, Rakuten o Sony; también a entidades deportivas como Vissel Kobe, ACB o el DKV Joventut. Desde hace unos meses, la compañía está gestando un macroconcierto con la Liga, y pretende gestionar algunas de las cuentas de eSports de equipos de relieve, primeros proyectos de las nuevas divisiones.

Una expansión, en definitiva, que apuesta por la internacionalización para atender las oportunidades de negocio que existen en el horizonte deportivo, y muchas de las cuáles siguen sin explotarse del todo. Andrés Iniesta siempre ha estado interesado en emprender nuevas aventuras empresariales, y esa curiosidad le ha llevado hasta un rebranding y una diversificación de servicios que responde a la voluntad de seguir potenciando la marca a la vez que NSN gana visibilidad entre futuros clientes y una mayor cuota de mercado. Lo que empezó como un negocio de marketing deportivo y representación de futbolistas, se ha diversificado hasta metas insospechadas. Y continúa sin tener techo.