El FC Barcelona ya no forma parte de la élite europea, sino de la clase media. Eliminado de la Champions, el equipo azulgrana puede maquillar una temporada muy movida si gana la Europa League. Sin embargo, otro fiasco contra el Nápoles, en los dieciseisavos de final, podría tener consecuencias muy negativas para la recuperación económica del club. A corto y medio plazo.

Con un presupuesto de 765 millones de euros y una deuda reconocida de 1.350 millones, el Barça contemplaba que llegaría a cuartos de final de la Champions. El fiasco solo podrá compensarlo si gana la Europa League, un torneo por el que ingresará 1,2 millones de euros si llega a octavos de final, 1,8 millones si alcanza los cuartos de final, otros 2,8 millones por las semifinales, 4,6 millones más por disputar la final y otros cuatro si se proclama campeón. En el mejor de los casos, el club que preside Joan Laporta ingresaría 14,4 millones de euros más.

Dinero y prestigio

En el Diego Armando Maradona de Nápoles, el Barça se juega prestigio y dinero. Y no solo a corto plazo. La junta directiva sigue sin anunciar el acuerdo con Spotify y algunas fuentes aseguran que las cantidades pactadas son muy inferiores a los 280 millones de euros por tres años que inicialmente anunció Rac1. Luego se habló de 225 millones por tres años por la camiseta de los equipos de fútbol masculino y femenino, por la parte trasera de la camiseta de los entrenamientos y por el naming right del Camp Nou (cinco millones por tres años). Después, el acuerdo contemplaba el pago de 20 millones durante 20 temporadas por el nombre comercial del estadio.

Ferran Reveter y Joan Laporta en la presentación de la Due Diligence / FCB



Joan Laporta y Ferran Reverter / FCB

La caída deportiva del Barça se traduce en menos ingresos por patrocinio. La crisis del coronavirus también juega en contra. El club prorrogó por un año los contratos con Rakuten y Beko a cambio de una importante rebaja. La compañía japonesa ha pasado de abonar 55 millones de euros anuales a pagar 30 millones. La empresa turca, que aportaba 19 millones de euros por temporada, paga 10 en el actual ejercicio.

Nuevos patrocinadores

Spotify sustituirá a Rakuten y Stanley, el patrocinador del Barça femenino. El acuerdo con la marca estadounidense de bricolaje también caduca el próximo 30 de junio. Stanley ha pagado 3,5 millones de euros por temporada.

El Barça de Laporta, que ha recortado los salarios del equipo de fútbol en 159 millones de euros, está fracasando en la búsqueda de nuevos patrocinadores regionales. Fuentes del sector, además, comentaron a Culemanía: "El Barça ya no es un club de referencia ni tiene futbolistas con tirón comercial. Sin Messi y sin Griezmann, el equipo no tiene un futbolista global y las grandes marcas ya no están tan interesadas en asociarse con el Barça".

Imagen virtual del futuro Espai Barça / FCB



Imagen virtual del Espai Barça / FCB

Las dudas de Goldman Sachs

Las cuentas, de momento, no le cuadran a Laporta. A tres meses para que termine la temporada, aumentan las dudas sobre el inicio de las obras del Espai Barça. Goldman Sachs todavía no ha dado luz verde al nuevo proyecto que ha presentado el club. En las oficinas del Camp Nou, además, asumen que los intereses que deberán pagar por los 1.500 millones de euros solicitados superarán el 2% que deseaba la junta directiva.

El presidente del Barça todavía no tiene resuelta la financiación ni los permisos municipales. La reciente dimisión de Ferran Reverter, el director general, fue otro duro golpe para el club que puso en alerta a Goldman Sachs.

El fichaje de Haaland

El Barça vive al día. El club necesita éxitos deportivos para obtener nuevos ingresos. También busca nuevos símbolos. Jóvenes como Pedri y Gavi todavía no tienen una dimensión internacional y Laporta priorizará el fichaje de Haaland en el mercado de verano. Con un título, todo será más fácil y la única opción pasa por ganar la Europa League. Una derrota en Nápoles, en cambio, podría tener un efecto devastador para la afición, el equipo y la junta directiva. El Barça pende de un hilo, lastrado por sus urgencias.